Dulce y amarga amistad (10)
Fecha: 16/12/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... ¿Qué fue lo que cambió mi amor por odio? La vida ideal con Demian que imaginaba se fue a la mierda en un minuto.
Me dijo que iría a ver a su padre a la oficina a la mañana siguiente, y poder hablar tranquilamente sin que alguien los interrumpiera, que deseaba hacer público y oficial lo nuestro, me puso tan contento y además no tenía duda alguna de que todos se alegrarían, sabían que yo era homosexual, tenían que conocerlo, era obvio, y la relación tan estrecha de amistad que teníamos Demian y yo, el resto era fácil de suponer. Eso pensaba, deseaba que fuera así y que todos se alegraran por nosotros.
En ese momento sentía la mayor admiración posible por Demian, seguro que por mis padres no habría problemas, así se resolvían de una vez las inquietudes de mamá sobre lo que pudiera pasar con las propiedades de la tía, para papá sería el poder progresar en la sociedad y dejar de ser el invitado a los restos de la comida, la tía estaría de acuerdo, unía a los seres que más quería después de su marido, y el problema, al parecer de Demian estaba en el tío su padre.
Yo había olvidado sus toqueteos e insinuaciones, las había convertido en simples bromas de un tío hacia el sobrino consentido, el niño que saltaba sobre sus piernas, aquel al que tanto quiso, al final ese debía ser el resultado olvidando lo demás.
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Caminaba a la salida del metro con una alegría que me desbordaba, también un poco asustado sin saber el motivo concreto, llegué ante la alta torre ...
... de cristal y el corazón me comenzó a latir acelerado, presentía la cercanía de Demian, ya tenía que haber terminado de hablar con su padre y estaría todo resuelto.
Paula estaba enfrascada en su papeles y me detuve un instante a la puerta para observarla detenidamente, no sabía el motivo pero la veía algo familiar con Demian, pensé que por haberle atendido tantos años se les hubiera contagiado algo, imaginaciones locas que me venían a la mente.
Presintió que alguien la observaba y levantó la cabeza. Era una belleza exótica, morena y ahora con el pelo blanco acaracolado más bajo de las orejas, con ese noble mirar detrás de las gafas con un leve marco, donde los cristales parecían suspendidos en el aire. Demian la llamaba tía, o Paula según como le salía.
Me dirigió su más dulce sonrisa.
-Tu tía no está.
-He venido a buscar a Demian, me dijo que estaría aquí, que vendría a hablar con el tío. -No quería seguir mirándole a los ojos, de color caramelo y brillantes detrás de los cristales. Húmedos, y eso me sacudió como un si fuera un mal presagio.
-Siéntate un momento, están hablando y no creo que tarden. -Obedecí y ocupé la silla que me señalaba enfrente de ella, los ojos de los dos se centraron en el retrato que tenía sobre la mesa, Demian con la toga y el birrete nos sonreía feliz, dichoso y alegre.
Primero eran voces lejanas, hablaban más allá del despacho, en la sala alejada donde el tío echaba las cabezadas, donde también le servían la comida junto con la ...