Ojo por ojo
Fecha: 16/12/2017,
Categorías:
Gays
Autor: XAVIA, Fuente: CuentoRelatos
... dándole un pijama de Cos y deseándole buenas noches en la puerta de la habitación, mientras me dirigía al baño a asearme antes de meterme en la cama junto a mi bella durmiente. En vez de utilizar el baño de nuestra habitación como solía hacer cada noche, utilicé el de la planta, a medio pasillo, con la aparente intención de no molestar a mi mujer.
La idea era otra, claro, toparme casualmente con mi invitada al salir. Cosa que obviamente ocurrió, con dos especificidades. La primera, que Chiara ya se había puesto el pijama, que no era tal sino un camisón beige marfil que le sentaba como un guante. Mi empalme seguía sin bajar ni un milímetro. La segunda, que además de repetirnos el buenas noches, descansa, me preguntó si me apetecía tomar una copa pues se había desvelado un poco.
Supongo que no hace falta que diga que acepté.
-¿Te preparo una grappa? –Asintió, con un bajo en seguida.
La grappa es un licor típicamente italiano de altísima graduación, ríete de los tequilas y mezcales, que las dos amigas adoran aunque a mí nunca me ha seducido. Es como meterse un lanzallamas en la garganta.
Cuando bajó al salón su bebida estaba lista y yo estaba acabando de servirme un bourbon, mucho más agradable al paladar y menos agresivo para la faringe.
Le tendí su bebida y le di un buen trago a la mía mientras repasaba las formas de mi invitada sutilmente. Ella se dio cuenta, siempre se dan cuenta, pero no dijo nada. Inicié una conversación banal sobre la cena aliñada con ...
... cuatro anécdotas divertidas de la noche buscando destensar la situación, pues creo que nunca había visto a Chiara tan agarrotada.
Sorbí el último trago y jugué unos segundos con los hielos, empapándolos del resto de licor que pudiera quedar en el fondo, una costumbre que tengo desde que empecé a beber, hasta que volví a apurar el vaso y lo dejé en la bandeja del mueble bar.
-Yo por hoy ya he cumplido el cupo de alcohol. Me voy a la cama. Si quieres más grappa aquí la tienes –le dije señalando la botella transparente, pues ella también había apurado su brebaje.
Solamente pude dar un paso. Me detuvo parándose delante de mí, espera, dijo a escasos centímetros de mí poniendo ambas manos sobre mi torso. La miré haciéndome el sorprendido, ella me sostuvo la mirada fijamente, estiró los brazos para rodearme el cuello y su boca vino hacia la mía. Noté sus labios, pero me aparté suavemente.
-Chiara, ¿qué haces? -Por más que lo deseara, tenía que aparentar ser el marido fiel pues se suponía que yo era la víctima.
-Hace tiempo que lo deseo… -susurró –y a Cossi le debes una.
Sus labios contactaron de nuevo con los míos, su lengua buscó mi lengua. Me besó con ganas, impostadas o no, sentí avidez. No rechacé el morreo pero aún mantuve las manos muertas un rato, hasta que apartándose ligeramente me preguntó si no me gustaba. Antes de que pudiera responder, los tirantes del camisón habían descendido por sus brazos y un cuerpo espectacular se me mostraba orgulloso solamente ...