1. El gordero de don Roque.


    Fecha: 21/09/2020, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: PPTon, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... llenaba el conducto uretral, lo absorbí todo y me lo tragué. 
    La sensación debió haber sido mayúscula, toda vez que, en un movimiento y un poderoso gemido, me lanzó el primer chorro de su abundante y cálida leche, tan fuerte, que se fue directamente hasta la faringe y tomó camino hacia el estómago sin darme oportunidad de tragarlo, mucho menos de saborearlo. Lo retiré un poco y los siguientes torrentes los mantuve en la boca, los saboreé y los tragué con verdadera avidez. Sin querer queriendo, disfruté de un rico y verdadero desayuno, le absorbí todo lo que traía, no deje ni una gota. Exhausto, el hombre se quedó sin moverse, pero jadeando como que si hubiera corrido la milla. Sin sacar su verga de mi boca, acomodé mi cabeza en su vientre y seguí acariciándola, pero ahora con mi lengua y chupándola de vez en vez. 
    Aquello había sido maravilloso, no podría decir que superaba las sesiones de antes porque todas habían tenido lo suyo, todas diferentes, pero igual de ricas y abundantes. Estábamos muy a gusto, pero había que trabajar y muy a mi pesar, aquellos 20 minutos de éxtasis se fueron como un suspiro. Por un momento pensé, qué me debía la vida que me pagaba con esos placeres, dudo que alguien los haya tenido alguna vez y más aún si consideramos que la sociedad está tan llena de prejuicios, que no les permite aprovechar las bondades de la naturaleza. Pobres, ¡de lo que se pierden!
    Ahora todo apuntaba a la penetración de aquel animalote que me tenía don Roque. Pensé que en la siguiente no me salvaría, aunque la verdad, no quería salvarme ya. Todo el día estuve pensando en el asunto y ya para la noche estaba hecho el ánimo: En la mañana habría de pasar lo que deba pasar y a cada minuto me entraba el deseo más y más. Ahora ya no importaba nada, ni mis temores, ni mis dolencias ni mis desgarres, estaba dispuesto a todo, ahora ya sin miramientos: En la mañana sería penetrado por la de don Roque, llegara hasta donde me llegara e hiciera lo que me hiciera.
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