Descubriendo mi hermana y yo nuestra bisexualidad con nuestros primos - Relatos Eróticos

Descubriendo mi hermana y yo nuestra bisexualidad con nuestros primos

... estaba hincado delante de ella haciendole sexo oral. Al darse cuenta, José Luis apartó las piernas de su hermana, se levantó del piso y vimos Vale y yo que tenía su pito afuera del pantalón y lo tenía parado, mientras Lupita estaba toda mojada y su cosita enrojecida por la mamada que le estaba dando su hermano.

José Luis fue el primero que habló, pues Valeria y yo estabamos en shock, no podíamos articular palabra y yo, debo reconocerlo, comencé a tener una erección. Primos, que sorpresa, que bueno que ya están aquí, quienes uniserse a nosotros? nos preguntó José Luis, mientras que Lupita decía, les va a gustar primos, esto es rico, muy rico. Vale me tomó de la mano y me la apretó, mientras volteaba a verme, sin saber qué decir. Yo, sin soltarla de la mano y apretándosela también le dije, pues creo que es justo que sepan también nuestro secreto, no? Vale sólo asintió con la cabeza y ahí mismo les dijimos que mi hermana y yo también teníamos relaciones sexuales y que con gusto nos uniriamos a ellos.

Inmediatamente Vale y yo nos comenzamos a quitar la ropa, igual que Lupita y José Luis, quien tomó el papel de director de la orquesta, pues una vez que estabamos todos desnudos, les ordenó a su hermana Lupita y a mi hermosa Valeria que se hincaran delante de nosotros para chuparnos los penes, indicando que Lupita me lo mamara a mí y Valeria a él. Tanto mi prima como mi hermana se pusieron en cuclillas y comenzaron a darnos placer con sus bocas. Yo no perdía detalle de como ...

... Valeria, mi Valeria se tragaba la verga de mi primo. Me dieron unos celos tremendos, pero a la vez me sentí extrañamente excitado por la imagen, por lo que se me puso más duro mi pito, el cual, debo reconocer, esta siendo muy bien mamado por mi prima Lupita, por lo que me concentré en gozar de su mamada.

José Luis fue el primero en acabar y pidiéndole a mi hermana que se tragara todo su esperma, lo cual Valeria hizo sin remilgo alguno. Al ver cómo le entraba toda la leche de mi primo en su boquita que tanto amaba, no pude aguantar más y yo también comencé a eyacular. Mi prima Lupita no separó en ningún momento su boca la cabeza de mi pito y la recompensé con una buena descarga de leche. Los cuatro entonces nos acostamos en la cama y Jose Luís me preguntó si yo le mamaba su cosita a mi hermana y le dije que claro que sí le mamaba la pucha a mi hermana. Entonces él propuso que mientras nos reponíamos del orgasmo y se nos paraba otra vez el pito, porqué no les haciamos un trabajito oral a ellas. Todos estuvimos de acuerdo. Lupita y Valeria se sentaron a la orilla de la cama y José Luis y yo nos pusimos hincados delante de ellas. Yo con Lupita y José Luis con mi hermana. Ambas colocaron las piernas en nuestros hombros y comenzamos a lamerles sus cuevitas. Lupita, a diferencia de Vale, sí tenías más vello en su vagina y me costaba trabajo mamarsela pues se me metían pelos en la boca. Lupita se dio cuenta y riéndose me dijo, haber primo, te ayudo y con los dedos separó sus vellos ...