Descubriendo mi hermana y yo nuestra bisexualidad con nuestros primos - Relatos Eróticos

Descubriendo mi hermana y yo nuestra bisexualidad con nuestros primos

... palo que nos echámos, los cuatros nos recostamos abrazados, yo a mi hermana y José Luis con su hermana. Un poco repuestos comencé a besar a Valeria en la boca con pasión y lujuría lo que motivó que Lupita tomara la iniciativa y comenzara a besar ardientemente a su hermano. Luego de unos momentos así, Lupita se volteó y comenzó a besar y acariciar los pechos de Valeria, quien dejó de besarme y comenzó también a agarrale los senos a Lupita y luego comenzaron a darse unos largos y calientes besos en la boca. Yo me sorprendí más todavía cuando mi hermana y Lupita se pusieron como de cucharita invertida para comenzar a lamerse sus respectivas vaginas, como en la posición de 69 que había visto y practicado otras tantas veces con Valeria. Ver cómo mi hermana se comía la puchita de nuestra prima y como Lupita se comía la vagina de mi hermana me puso muy excitado y se me paró la verga y estaba muy dura.

En eso siento a José Luis poner su mano en mi pito y traté de alejarme, pero la cama no era tan grade y recuerdo hasta el día de hoy las palabras que me dijo mi primo, lo que es bueno para la gansa es bueno para el ganso y de pronto comenzó a masturbarme la verga y en menos de lo que se los cuento la tenía súper dura, lo cual aprovechó José Luis para metersela en la boca y empezar a darme una muy buena mamada. De pronto se sacó mi pito de la boca, se acomodó encima mío, en 69 y me puso su verga tiesa y firme en la cara, yo no dude y me la metí en la boca, comenzando a lamerle la ...

... cabeza y el tronco. Pronto mi primo y yo estabamos dándonos una muy rica mamada y él lo hacía tan bien que de pronto sentí cómo mi leche recorría mis huevos, pasaba por el tronco y llegaba hasta mi glande y de ahí se derramaba dentro de la boca de mi primo, quien al igual que su hermana Lupita antes, se comió toda mi descarga blanca y caliente, Yo no me quise quedar atrás y le lamí el pito y la cabeza hasta que sentí que iba a terminar, por lo que me preparé para recibir su descarga y Dios, sí que se vino con todo mi primo, pues me inundó tremendamente la boca de su saladita, caliente, espesa y abundante lechita, la cual no me supo mal, al contrario, me encantó y me la comencé a tomar como un bebé.

Valeria y Lupita, quienes alcanzaron sus orgasmos mientras José Luis y yo estabamos mamandonos nuestros pitos, se dispusieron a disfrutar el show de vernos mamando verga y tragándonos nuestras respectivas descargas. José Luis y yo nos abrazamos luego de haber terminado cada uno en la boca del otro y nos dimos un rico y largo beso en la boca. Debido a que habíamos alcanzado cada uno de nosotros tres orgasmos, acabamos rendidos, pero luego de reposar y ante la inminente llegada de nuestros padres, nos metímos los cuatro al mismo tiempo a bañar.

Cuando nos fuimos a dormir, yo decidí que quería compartir la habitación con mi hermana y nuestros papás no tuvieron objeción alguna. Ya cuando nos convencimos que nuestros papás estaban dormidos, me pasé a la cama de Vale, la besé y le ...