Descubriendo mi hermana y yo nuestra bisexualidad con nuestros primos - Relatos Eróticos

Descubriendo mi hermana y yo nuestra bisexualidad con nuestros primos

... y pude hacerle una mejor mamada.

Ya para ese momento yo había dejado de lado mis celos para con Valeria y cerré los ojos para disfrutar de la vagina de mi prima, mientras ella y mi hermana sólo gemían de placer y movían las piernas sobre nuestros hombros y espalda, señal de que estaban gozando con nuestras bocas. Yo ya tenía mi pito bien duro y parado cuando Lupita comenzó a gritar y gemir, me vengo primo, me vengo, sigue mamando así y de pronto sentí como me salpicaba la cara con sus líquidos del orgasmo, como había hecho Valeria tantas veces antes. Eso motivo a mi primo José Luis a dediar a mi hermana mientras se la mamaba y Valeria alcanzó igual su orgasmo, dejando la cara de José Luis batida de sus líquidos. Al alcanzar su orgasmo, tanto Lupita como Valeria se dejaron caer de espaldas en la cama, momento que José Luis, quien también como yo, la tenía ya bien parada decidió era el ideal para que nos las cogieramos. Se trepó encima de Valeria y de una estocada se la dejó ir entera, provocando que mi hermana lanzara un gritito de placer. Yo al ver esa escena, rápidamente me monté encima de Lupita e hice lo mismo, dejándole ir mi pito de un golpe. Lupita abrió la boca como si la hubiera lastimado, pero luego me regaló una sonrisa y un beso en la boca. Tanto José Luis y yo parecía que estabamos en una competencia, pues de manera furiosa metíamos y sacabamos nuestros pitos de las vaginas de Vale y Lupita, mientras ellas sólo gemían y pedían a gritos más y más de nuestras ...

... arremetidas.

Lupita comenzó a arañarme la espalda de lo excitada que estaba y eso me hizo calentarme más y a darle con mucha fuerza. Pude ver, en los momentos en que sacaba mi pito de ella cómo sus líquidos barnizaban mi verga de blanco, señal de que ella estaba en verdad gozando como me la estaba cogiendo. Eché una mirada a mi hermana y pude ver como ella misma estaba extasiada gozando la verga de mi primo, pues tenía los ojos cerrados, movía la cabeza de un lado a otro y sólo la oía gemir de placer, mientras José Luis le daba una tremenda cogida. 

De pronto Lupita me dice, oye primo, acaba por favor, ya no aguanto más, siento mucho placer pero quiero ya sentir tu lechita adentro de mi para luego darme un tremendo beso en la boca y clavarme más sus uñas en la espalda. Yo me concentré para acabar y de pronto le grite, lupita ya viene, ya viene y comencé a lanzarle chorros de mi lechita calientita dentro de su cosita y ella respondió con unos gemídos tremendos y fuertes que no se detuvieron hasta que yo acabe. 

José Luis comenzó entonces a, de manera furiosa, darle unas arremetidas tremendas a Valeria que comenzó a gritar de placer que así, así le gustaba y eso animó a mi primo quien lanzó un grito de ahí va la leche, ahí va la leche y comenzó a eyacular dentro de mi hermana, quien seguía con los ojos cerrados y gritaba, así primo, así, damelos todos, los quiero muy adentro. Dios, que glorioso era ver a mi hermana gozando otro pito que no fuera el mio. Luego del tremendo ...