Tendencia natural - Relatos Eróticos

Tendencia natural

... corroooo…
En un espasmo de su orgasmo introdujo los últimos quince o 20 centímetros que aún quedaban fuera de su ano quedando completamente ensartada por su culo y con medio extintor en su concha.  Su calentura fue creciendo a niveles que ella misma no conocía. Empezó a refregar su clítoris y poco a poco fue insertando un dedo y otro dedo en su dilatado coño extremadamente abierto ya por el pedazo de cilindro que la tenía dilatada, pero ella quería más y me pidió desfalleciente:
-¡Métemelo por el coño! Los quiero los dos.
No me lo pensé dos veces. A pesar de que parecía imposible meter mi equina verga en ese inflamado agujero ya ocupado por tamaño objeto, puse mi glande encharcado cerca del clítoris que ella se pellizcaba en forma despiadada y empecé a empujar con fuerza hasta que pasó la cabeza. En ese momento ella lanzó un bramido de felicidad. Estaba manteniendo el orgasmo interminable mientras se sacudía de gusto.
-¡Ensártalo entero! Por favoooor…  Me pidió
Yo no iba a parar. Estaba en trance sintiendo como esas carnes juveniles se estiraban acomodándose a mi verga que pocas veces ...

... había sido soportada por otras mujeres. 
Y avancé profundamente hasta topar la entrada de su útero que estaba taponado por el cilindro, pero mi ferocidad lo desplazó abriendo un espacio que le permitió a mi glande ingresar por completo en el útero de Laura.
Ella tenía los ojos vueltos y bramaba de placer manteniendo ese interminable orgasmo que se vio coronado por esta inserción profunda que la colmó por completo. Entonces ella empezó a lanzar chorros de orines mientras se corría y se corría lo cual me impulsó, no sé por qué perverso mecanismo, a soltar también una abundante meada que fue llenando por completo la cavidad vaginal de la muchacha que se sacudía entre orgasmo y orgasmo en un estado de delirio sexual
Tras esa acabada maravillosa empezamos a respirar poco a poco mas lentamente y el cilindro empezó a retroceder vagina afuera, poco a poco, lo que provocó sensaciones irrepetibles que me hicieron volver a excitarme y hacer una última arremetida que le produjo un estado de laxitud cercana a un desmayo mientras chorros y chorros de mi esperma se introducían en su matriz.

Continuará…