1. Las tormentas


    Fecha: 18/12/2017, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... los ojos y yo le mando un beso. Me ha gustado mucho.
    
    —¿Ya os habéis corrido? tenemos que buscar a los otros. Qué locura, cómo me he puesto, qué salida estaba. Perdónanos, Maribel, supongo que ha sido la tormenta, no me había pasado nunca, así, de esta manera, gracias a los dos
    
    Berta nos abraza y besa suavemente. Los tres nos arreglamos la ropa, nada hablamos y a lo lejos oímos que gritan nuestros nombres. La tormenta ya es historia, se ha alejado y ni llueve ni hay ruido alguno. Recuperamos las capas de agua, Maribel sale antes que nosotros, nos da tiempo a Berta y a mí a sonreírnos y besarnos en los labios, vemos que como a una treintena metros hacia arriba el grupo de amigos se está reuniendo de nuevo comentando sobre la tormenta.
    
    No hemos hablado de lo sucedido el otro día, pero a Berta se la ve contenta y como deseosa de estar junto a mí, y Maribel lleva unos días también más cercana a su hermana y a mí mismo. No sé, es una sensación, pero nos vemos todos los días, tomamos copas juntos, participamos más en la vida social que ambos tenemos por separado, acompañándonos Maribel en ocasiones, aunque está a menudo muy liada con su trabajo de veterinaria.
    
    Acabo de terminar las clases por hoy, son casi las cinco de la tarde y según salgo por la puerta del Instituto veo que se aproxima una tormenta. Rápidamente telefoneo a Berta, quien está recogiendo para salir de su trabajo en el Ayuntamiento, le digo que pase a buscarme con el coche —yo siempre voy andando— y nos ...
    ... vayamos a mi casa paraver la tormenta que está llegando ya sobre la ciudad.
    
    No he descrito a mi novia, la verdad es que merece la pena. Bastante alta, más bien fuerte aunque delgada sin exagerar, rubia de tono dorado, lleva el pelo largo hasta media espalda en una melena aleonada que suele recoger en una cola de caballo y en ocasiones corta a capas. Bonitos ojos grandes gris-azulados, con cejas y pestañas más oscuras que su cabello, nariz recta de fosas anchas, pómulos redondeados bastante marcados, boca más bien pequeña de labios gruesos y el óvalo de la cara más bien redondeado. A mí me parece muy guapa, y no soy el único que así opina.
    
    Hombros fuertes, redondos, que por detrás dan paso a una bonita espalda levemente musculada, sinuosa, destacando las anchas altas caderas que se continúan en unas nalgas prietas, duras, muy redondas, separadas por una estrechísima raja que al abrirse deja ver su color marrón suave, al igual que el apretado, arrugado ano.
    
    Por delante son muy llamativas las tetas, grandes, redondas, lo suficientemente juntas y altas como para tener un bonito canalillo, con areolas marrones suaves de las que llaman galletas maría rodeando pezones largos y anchos, de más de dos centímetros —se los he medido— en erección, del mismo color que las areolas. Me encantan, me excito como un garañón con sus tetas, los pezones son un maravilloso manjar que me gusta degustar a menudo.
    
    De cintura alta, no le sobran quilos pero su estómago es levemente abombado, ...
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