1. A las ordenes de mí mujer


    Fecha: 19/12/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... posicionará, sino definitivamente, si en aquel momento en el papel de un verdadero efeminado el cual paso de estar cohibido a tener una actitud complaciente de todos los deseos y requerimientos que pudieran hacerle(ya estaba chupandole la polla a aquel desconocido sin aún conocerlo ni haberlo visto nunca;me dabo mucho morbo).
    
    Cuando estaba vestido con pantalón y camisa, sin darme tiempo a ponerme el jersey Esther, casi gritando, dijo no, no, Amadorcita, así no te vistas, te vas a poner(dijo acercandose a mí y comenzando a hablar más bajo)unas bragas mías que en tu honor acabo de comprar. Saco de una bolsa unas preciosas bragas de encaje y nylon con ribetes azules(ella sabe que me gusta el azul)y me las alargo mirándome y dicendo:anda¡ no te cortes que va a ser tú estreno. Hoy vas, por primera vez, ¿supongo, no?, a saber que se siente teniendo una verdadera polla en el culito y así sabrás el placer que puedes llegar a tener en esa circunstancia en la que te la meten como tú se la has metido a Isabel(¿cómo lo sabía?).
    
    Ah, Amador el hombre que está ahí fuera se llama Diego y es un señor que te va a gustar. Te diré que si sale bien haremos un buen negocio del que tu, como mi esposo, ¿puedo decir esposa?, saldrás beneficiado.
    
    Te adelanto que le gustan mucho las mujeres pero se encuentra en una edad en que comienzan a gustarle los hombres igualmente, de manera que en vez de buscarle otro hombre he preferido buscarle una maricona fácil como tu para que no se incomode ...
    ... demasiado con esa experiencia. ¿vale?. A ello le respondí(ya siendo todo hembra)que sí que lo que ella quisiera.
    
    Bueno, puta, me dijo, te vas ir a la cocina, así como estas:en bragas, en plan esclava, y vas a ir preparando unos cocteles para los cinco. ¿para los cinco, dije?. Si para los cinco, porque también he traido a lo que llaman en los barrios bajos a "mí chulo", al macho que debería haber tenido en tu lugar, el que de verdad me da placer. Pero a ese no pienses que podrás tocarlo si yo no lo digo.
    
    Con miedo fui despacio a la cocina mientras oía una conversación a lo lejos, al parecer de los que Esther había traído a casa. Estuve preparando las bebidas unos quince minutos y cuando estaba terminando apareció Isabel diciendo:putita dice tu mujer que te des prisa que necesita calentar a los invitados ahora.
    
    Le dije :Isabel estoy cortado y me dá vergüenza acudir al salón.
    
    A ello respondió que no me cortara que los hombres se habían quitado la camisa, por el calor, y que no habría problema, que solo sentiria lo que me gusta ser, una puta que espera por primera vez tener un buen nabo en su boquita, que iba a pasar a formar parte del club de las mamonas de forma irremediable y que todo eso ocurría por ser como soy:por tener y ser un culito inquieto. Era verdad.
    
    En fin cogí la bandeja y entré en el salón. Allí en ambos sofás se encontraban ellos sentados uno frente al otro hablando y cuando entré, aunque veían que me encontraba en bragas, se levantaron y me saludaron ...
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