1. Reencuentro (con versión en película)


    Fecha: 22/12/2017, Categorías: Confesiones Autor: GabrielledelD, Fuente: CuentoRelatos

    ... le daba?
    
    -porque es así. El cerebro es vuestro órgano sexual. Yo soy muy simple. No soy capaz de estar a tu altura, pero Jim sí. Por eso le sugerí a Ana acostarnos juntos. Yo tenía mucha curiosidad por veros a los dos.
    
    ―para aprender? No me digas.
    
    y yo lo impedí.
    
    Aquí procede una mirada atrás. El lector puede perderse sin una somera reseña de cómo se conocieron nuestros personajes. Ana y Jim llevaban saliendo casi dos años. Eran jóvenes, guapos y perversos. Inteligentes y creativos en el sexo. Roser era una estudiante veinteañera del mismo curso que Ana, una muchacha tímida y risueña. Por casualidad coincidieron y la simpatía entre ambas fue mutua. Su relación fue en aumento. Del plano académico pronto pasó al personal. Su presencia entre Jim y Ana fue en aumento. Él no era especialmente celoso, pero eso le fue incomodando cada vez más, hasta que lo inevitable ocurrió. Una tarde Ana, en presencia de una cabizbaja Roser, se lo confesó a Jim. No le pillaba por sorpresa, pero pidió explicaciones. Ana se las dio: quería estar con ambos. Y así fue que Jim tuvo que aceptar la situación. Ambos compartirían a Ana, pero por separado.
    
    ―Porqué lo hiciste?
    
    ―porque te quería para mi sola.
    
    ―pero te acostabas también con Jim.
    
    ―sí, y facilitar a que él lo hiciera contigo me daba pavor. Sabía que estabais predestinados el uno para el otro.
    
    ―y sin embargo crees que, de haber accedido, ahora Roser y yo no estaríamos juntos.
    
    ―¿De veras crees eso Ana?
    
    ―yo sí ¿Y ...
    ... tú?
    
    no lo sé. Nunca se sabe.
    
    ―Roser, amor significa posesión, pero también me admiración, magia, curiosidad. ¿Estabas enamorada de Jim de cuando me sugeriste la idea de encamarnos los tres?
    
    ―creo que empezaba a sentir algo por él... Sí.
    
    ―en cambio nunca estuviste enamorada de mí. A nosotras solo nos unía el sexo. Ahora dime la verdad, ¿Qué habrías pensado de él si hubieras sabido entonces que también me propuso sexo con las dos?
    
    ―me hubiera llevado una gran alegría.
    
    ―¿Por qué?
    
    ―lo sabes muy bien Ana. Jim pensaba con razón que mi presencia os había separado como pareja. Como tu bien recuerdas, él me trataba con indiferencia, cuando no con desdén. En una situación tan extraña donde ambos te compartíamos sexualmente, el que él te pidiera que yo participara significaba que me deseaba. Sentirme así era algo que ni por asomo podía esperar.
    
    ―Y, ¿por qué crees entonces que no estaríamos juntos ahora?
    
    ―he dicho que no lo sé Jim. ¿Cómo hubieras reaccionado al compararnos? No puedo ser como ella. Somos los muy distintos Jim. Sexualmente soy muy sosa, y tú eres demasiado imaginativo para mí, pero no para Ana ¿Me equivoco? Yo no puedo satisfacerte y ella sí.
    
    ―¿y no has pensado que hay cosas que tú me das y ella jamás podría darme?
    
    ―veo que soy tema de conversación entre vosotros.
    
    ―no Ana te equivocas. Más bien eres un tema tabú.
    
    ―¿por eso te sentó mal que Jim no te contara que veníamos aquí a follar? ¿Tanto como para engañarlo conmigo?
    
    Jim nunca me ...