1. Reencuentro (con versión en película)


    Fecha: 22/12/2017, Categorías: Confesiones Autor: GabrielledelD, Fuente: CuentoRelatos

    ... cuenta nada de su relación contigo.
    
    ―nosotros nunca contamos nada de lo que hicimos antes de estar juntos. No te gusta hacerlo, aun sabiendo que me excita que lo hagamos. ¿Por qué ahora esas excusas? ¿cuando me has contado algo de tu vida sexual, cuando?
    
    ―Esto es distinto Jim. Me siento en inferioridad respecto a ella y eso me hace ser muy vulnerable. No es excusa, lo sé, pero es la única que tengo.
    
    ―Roser, no estás diciendo toda la verdad.
    
    ―no sé a qué te refieres Ana
    
    ―si lo sabes. Lo malo es que creo que Jim no lo sabe.
    
    ―estoy esperando...
    
    ―Roser, ¿qué es lo que más te gusta del sexo?
    
    Roser permanece en silencio.
    
    ―habla Ross.
    
    Soy un cero a la izquierda. Así pues, quiero sentirme objeto. Ser una perra sumisa. Que me maltraten, que me menosprecien. Ser una mujer para usar. Lo sabes muy bien Ana.
    
    ―vaya, esto es nuevo. Porqué nunca me lo habías dicho.
    
    ―esas cosas no se dicen Jim. Se intuyen. Se saben cuando se buscan.
    
    ―porque tenía miedo a que me despreciaras. No me siento muy limpia siendo así, pero es lo que siento.
    
    ―nunca te contó Ana que ella y yo practicábamos sado?
    
    ―contesta tú Ana. Te lo pregunta a ti.
    
    ―no lo hice, como tampoco quise hacer un trio. Sabía que, si Jim te descubría, entonces te perdía irremediablemente.
    
    ―y tú Jim, porqué nunca me propusiste hacerlo?
    
    ―no me vengas ahora con eso. Sabes que me atraen todas las desviaciones y extravagancias, y tú te limitas a observar. Lo del club de intercambio fue idea ...
    ... mía, y me costó convencerte... y no hemos repetido porque no te gustó.
    
    ―por qué no te folló el otro tío Ross?
    
    ―no quiso. Era un mirón. De todas formas, yo tampoco quería.
    
    ―porqué?
    
    ―nunca lo haría con otro hombre que no fuera Jim.
    
    ―curiosa manera de entender la fidelidad. ¿Estás de acuerdo Jim?
    
    ―eso es cosa de Roser, no mía.
    
    ―Jim, recuerdas que te pregunté si habías sido infiel a Roser y me dijiste que no?
    
    Lo recuerdo.
    
    le crees Ross?
    
    ―no. Tiene una amiga en Zaragoza.
    
    ¿Te has cansado de comer marisco todos los días y prefieres una hamburguesa? ¿qué haces con ella Jim que no puedas hacer con Ross?
    
    ―es mi sumisa.
    
    ―y no preferirías tener a Roser de sumisa, pregunto...
    
    ―no se si podría hacerlo.
    
    ―y tu Ross, te gustaría ser la sumisa de Jim?
    
    ―no. No quiero.
    
    ―¿entonces?
    
    ―entonces propongo resolver un asunto pendiente.
    
    ―otro?
    
    ―si otro. Algo a lo que no me debí negar en su día. Hagamos un trio.
    
    —por mí de acuerdo
    
    ―no, no contéis conmigo.
    
    ―¿Tanto rencor me guardas Jim?
    
    no te guardo rencor en absoluto, pero no estoy dispuesto a revivir el pasado.
    
    Tras estas palabras se hizo el silencio. Los tres estaban pensativos, como si reflexionaran sobre los últimos acontecimientos. La luz del alba fue quien rompió el hielo.
    
    ―está amaneciendo. Ana ¿Qué te ha pasado en el pecho? ¿Y a ti, Jim?
    
    ―algo parecido a las marcas en tu tripa, ¿no?
    
    ―ha sido luchando. Jim y yo lo hacíamos Muchas veces cuando estábamos juntos. Nos ...