Sometida
Fecha: 24/10/2020,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Sardaukar110, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... tienen ganas de pelea. -comentó Lone, el contramaestre, un cincuentón alto y delgado, de cabello cano y ojos penetrantes, un auténtico experto en su trabajo.
-Las últimas dentelladas de un tiburón moribundo. -respondió Dana, inflexible. -Walker. -llamó. El aludido, maestro artillero de la nave, se volvió hacia ella, aunque por su mirada ya sabía lo que la capitana iba a ordenar. -Dispara contra su planta de energía principal; queremos la nave intacta.
-No estará pensando en abordar la maldita nave, ¿verdad, Capitán? -inquirió el contramaestre.
-Ese es exactamente el plan. -respondió ella.
La andanada de los cañones de partículas del navío mercenario hicieron que los disparos de su presa parecieran, por comparación, el débil chisporroteo de una cerrilla defectuosa...
La toma de la nave fue rápida y sangrienta. Como muchas naves piratas, la Nauro (un carguero ligero clase Pegaso robado y armado para actuar como incursor) operaba con una tripulación mínima; dieciséis matones mal armados y peor entrenados no podían oponerse a los veinte ex-Marines bien equipados de la fragata mercenaria. Dana participó en el asalto en primera línea, empuñando con eficacia una escopeta de proyectíles sólidos. Solo cuatro piratas sobrevivieron al abordaje, todos tripulantes del puente; el “capitán” fue el primero en rendirse. Dana no pudo sentir más que desprecio ante una conducta tan cobarde.
Sus hombre estaban ahora ocupados en revisar las bodegas del carguero, así que, finalizada la ...
... refriega, la capitán se colgó la escopeta del hombro y se desabrochó un lateral de la armadura de fibra balística, bajo la cual solo llevaba un sujetador deportivo negro.
-Bodega principal revisada. -graznó el comunicador en su oído. -Provisiones básicas en su mayoría, y lo que esperábamos; armas y municiones ilegales, en embalajes de la Corporación Sunnband.
-La Comisión se alegrará de ello. Trasladadlo todo a la Estrella y que los técnicos tiendan un cable de remolque. Los prisioneros al bloque de celdas.
-Capitán, hay algo raro. -resonó en el mismo canal la voz de Hammerback, el jefe del destacamento de abordaje. -Solo nos hemos enfrentado a dieciséis hombres, pero hay catorce camarotes dobles, aparte de los individuales de los oficiales, y da la impresión de que estaban ocupados hasta hace poco.
-Eso hace más de treinta hombres. ¿Qué ha pasado con el resto?
-Creo que podemos averiguarlo, capitán. -intervino otro de los hombres. -Tenemos un prisionero.
En un compartimento secundario, hallaron a un hombre.
Se hallaba encadenado, forzado a una postura arrodillada por las cortas y gruesas cadenas que lo anclaban a las paredes. Estaba vestido con un pantalón negro ajustado y una camiseta de tirantes también negra, revelando su musculosa constitución.
“Musculoso” no terminaba de definirlo; sus brazos eran más gruesos que los muslos de muchos hombres. Aunque estaba de rodillas, era evidente dada su envergadura que superaba por mucho los dos metros. Su torso y brazos ...