Follado en la playa de Lazareto de La Coruña.
Fecha: 30/10/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
El muy cabrón vio como yo me quedaba embobado mirándolo, se percató de que no le quitaba la vista a su polla. Y así era, estaba embobado mirando aquella maravilla de polla, con la que la naturaleza había dotado a aquel hombre.
Aquella tarde de finales de verano, hacia un día de calor como pocas veces recuerdo, solemos llamarle el veranillo de San Miguel. Aún faltaban 10 días para el San Miguel, pero es que ese mes de septiembre, había venido caluroso como pocos, eran los últimos días de un verano bastante irregular. Así que, decidido a aprovechar aquel día tan irregularmente caluroso, me fui por la tarde a la playa de Lazareto.
Esta playa queda entre los castros y las juvias, también se puede ir siguiendo la carretera del puerto, justo al final donde estaban unos astilleros, ahí queda una pequeña playa a la que le llamamos Lazareto, ahora también le dicen playa de Oza. En dicha playa que casi queda enfrente a la de Santa Cristina, antiguamente había un hospital, hospital del mar, de ahí el nombre de Lazareto.
No era una playa donde fuese muy a menudo, había ido muchas veces de adolescente, solíamos ir siguiendo las vías del tren, cruzábamos el túnel, desde el colegio Liceo la Paz, y en un momento estábamos en la playa. Pero luego la playa casi la dejaron inservible, al llevar para allí los astilleros Valiño, creo que así le llamaban. Luego esa playa se volvió a recuperar, y aunque algo más pequeña, era una playa muy acogedora. Lo que menos me gustaba era ...
... que solía haber muchos gitanos y gente de mal ver, así la recuerdo yo.
Cuando llegué a la playa, serían las 5 de la tarde, con suerte aún quedarían unas 3 o 4 horas para poder estar en ella.
Nada más llegar, dejando la pequeña mochila en la arena, saqué la toalla que llevaba, estirándola sobre la arena, me despojé del pantalón y camiseta que llevaba, yendo a bañarme. Desde el agua podía ver la ropa, y aunque me quisieran robar, poco podían llevarme, ya que apenas tenía unas calderillas, un bocadillo, una botella de agua mineral y el tabaco, además de la ropa que no era otra cosa que un viejo pantalón, la camiseta y toalla de playa que era todo lo que llevaba, junto a unos viejos y destartalados playeros.
Cuando llegué había bastante gente, pero según iba avanzando el día, la playa empezó a quedar desierta, solo quedábamos los más jóvenes y unos cuantos hombres ya de cierta edad. Yo como no tenía prisa, no tenía intención de marcharme antes de las 9, a esa hora ya los días empezaban a oscurecerse, así que tenía intención de aprovechar todo lo que pudiera aquel día de calor.
Estuve tan entretenido, que cuando me di cuenta ya iban a dar las 9 y diez de la noche, y aún no me había comido el bocadillo. Así que me dispuse a vestirme para marchar, ya comería el bocadillo por el camino.
Ayudándome con la toalla, saqué el bañador que todavía estaba algo húmedo, poniéndome el pantalón sin nada debajo. Luego me puse la camiseta, y recogiendo todo, me salí del ...