Follado en la playa de Lazareto de La Coruña.
Fecha: 30/10/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... seguirlo o no. No sabía a donde llevaba aquel camino, pero excitado como estaba, me armé de valor y cogiendo la pequeña mochila, empecé a ir detrás de él.
Vio cómo me levantaba siguiendo sus pasos, por lo que sin esperar a que llegase a su altura, siguió caminando, mirando de vez en cuando a ver si yo lo seguía. Como veía que yo iba detrás siguiéndolo, siguió la marcha hasta llegar a unas ruinas que había de un viejo faro.
La verdad es que yo nunca había ido hasta allí, había oído de ese faro, pero pensé que ya no existiría. Cuando llegué allí, al principio no lo vi, hasta que escuché un ligero silbido que provenía de las ruinas de aquel faro.
Me acerqué a la entrada que estaba abierta, ya que la puerta estaba totalmente destrozada, viéndolo allí dentro, con el pantalón de deportes medio bajado, enseñándome la polla.
Quedé mirando sin decidirme a entrar, hasta que él me dijo:
Ven, pasa que aquí no hay nadie, no temas, me decía viendo mis dudas.
Mirando aquella polla que me estaba haciendo la boca agua, fui entrando poco a poco, hasta estar delante de ella.
Cógela, me decía invitándome a que la agarrara con la mano.
Excitado como estaba, llevé mi mano a aquella hermosa y perfecta verga, empezando a acariciarla, sin dejar de mirarla.
Dios, la baba me caía sintiendo en mi mano lo suave y caliente de aquella polla.
¿Te gusta? Me decía.
Sí, dije a la vez que movía la cabeza en señal afirmativa.
Sin dejar de ...
... acariciarla, levanté la vista mirando a los ojos de aquel hombre viendo cómo me miraba.
¿Quieres chuparla? Me preguntaba llevando sus manos a mi entrepierna, agarrándome fuertemente por los genitales.
Ufff como estás, me decía notando lo empalmado que estaba.
Anda, chúpala un poquito ya verás como te va a gustar, mira que caliente estás, se ve que tienes ganas de probarla, me decía palpando mis genitales fuertemente.
Dejé caer la mochilita al suelo, agachándome delante de aquella verga que me estaba haciendo agua la boca.
Mientras la sujetaba con mi mano, abrí la boca empezando a chuparla.
¡Ohhh! Así, así, abre la boquita y chúpala, ¡ooohhh que gusto! Gemía él, sujetándome la cabeza con sus manos, mientras yo empezaba a chuparle la polla.
Así así, trágala toda, trágatela toda, decía empujando su pelvis a la vez que sujetaba mi cabeza, ¡ohhh que rico! ¡ooohhh que rico! ¡Ufff Maricón que boquita tienes! Decía haciéndome tragar toda su pija.
Los huevos golpeaban mi barbilla cada vez que tragaba aquella rica polla, haciendo que la baba fuese resbalando por la comisura de mis labios, cayendo por mi barbilla, mojando los huevos cada vez que chocaban con mi cara.
Varias veces me abrí en arcadas, ya que el muy cabrón, me hacía tragarla tan a fondo, que en ocasiones me había traspasado la campanilla, dándome arcadas y haciéndome llorar los ojos.
¡Ufff maricón que boquita tienes! ¡Dios que gusto! Gritaba follándome la boca como si ...