1. 39.4 A Londres pasando por Derby


    Fecha: 22/12/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    Después de que Robin se durmiera, mi sueño había sido ligero e intranquilo, me desperté varias veces durante esas horas. Había prometido estar fuera de mi habitación antes de que yo me levantara e iba a obligarle a cumplir su promesa.
    
    Reposaba boca abajo con sus piernas extendidas, una mano debajo de su mejilla y la otra en la cabeza, se le veían los pelos de los sobacos y su culo tan breve y respingón envuelto en su slip tan escaso, tan erótico y hermoso, pero sobre todo muy tierno.
    
    Puse mi mano en su trasero y le acuné, es increíble que, al tener nuestro centro de gravedad en esa parte, con un ligero esfuerzo se puede mover el cuerpo entero. Ronroneaba de gusto y le besé en su oreja.
    
    —Déjame, por favor, me duele la cabeza.
    
    —Tenemos que levantarnos, es la hora.
    
    —Por favor, por favor, ¡no!
    
    Conseguí que se levantara, tenía los ojos cerrados y daba lástima, le quité el slip y le llevé al baño, tenía una impresionante erección y me entraron ganas de comerme su polla, no era el momento y abrí el grifo de agua fría, procuré que no me salpicara y eso le despertó del todo, se abrazaba el pecho y protestaba. Regulé la temperatura porque me estaba helando, al contacto con el agua fría su verga se relajó y comenzó a orinar, le salía un chorro increíble de grueso y salpicaba con su orina nuestras piernas al caer y rebotar en el suelo.
    
    —¡Que cochino eres! —pero no podía dejar de reír.
    
    —No me podía aguantar, ¿tú sabes lo que bebí anoche?
    
    —¡Jolines que si lo sé! ...
    ... Un barril o todas las existencias del bar.
    
    Le dejé un bóxer mío y con la camisa y el pantalón puesto le despedí en la puerta.
    
    —El bóxer te lo puedes quedar, como recuerdo.
    
    Después de desayunar nos entregaron la ropa para nuestra última actividad, canoa y kayak que podíamos hacerlo en el lugar, tenía recogido casi todo en mis maletas para ahorrarme el trabajo a la vuelta. La canoa era de tres plazas, procuré y conseguí subir a la de Robin y ver si tenía oportunidad de hablar con él, para preguntarle cómo se encontraba.
    
    Como yo y la chica lo hacíamos muy mal él se reía, desde la orilla el monitor nos gritaba instrucciones que no entendíamos, Robin nos hizo de monitor para que viéramos como se hacía y fuimos cogiéndole el truco, cuando finalizamos pensé que ya podríamos sobrevivir si alguna vez naufragaba en un viaje de vacaciones en crucero.
    
    Teníamos que practicar también kayak, lo veía más difícil, no había para todos y teníamos que esperar, me iba quedando el último y al final, como no tuvimos tiempo suficiente, me libré.
    
    Después de la ducha recogí todo y dejé el equipaje preparado y listo, bajé a comer, antes pasé por el bar que era donde estaban todos. Había mucha alegría por terminar, aunque lo habíamos pasado bien, muy bien.
    
    —Se terminó todo. –me volví, tenía a mi lado a Robin. –¿Nos volveremos a ver algún día?
    
    —Seguro que sí, pero no sabemos en qué circunstancias. Quería decirte que lo he pasado muy bien contigo. Cuida de Neil y disfrútalo ahora ...
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