39.4 A Londres pasando por Derby
Fecha: 22/12/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... que es pequeño, es un niño muy bonito —se echó a reír.
—¿No te habrás enamorado de mi hijo? Tienes al padre que está mejor.
Así seguimos bromeando, pero había más compañeros con los que hablar e irse despidiendo, cuando comiéramos muchos partiríamos de viaje y otros esperarían a mañana por su vuelo.
Nos entregaron un cuestionario para que rellenáramos y les remitiéramos cuando pudiéramos. Los monitores comieron con nosotros, algunos habían simpatizado con el grupo y los habían invitado.
La estación de Picadilly en Manchester era mi primer destino, donde tenía que coger el tren y luego pasar dos horas de viaje hasta Derby North, allí me recogería David, acordamos llamar a un taxi con otras dos compañeras que iban al mismo destino a coger sus trenes.
Tenía unas ganas enormes de ver a David y poder abrazarle de nuevo, me parecía una eternidad el tiempo transcurrido desde que no le veía.
Estaba esperando inconfundible como siempre, le acompañaba Juan su amigo, parecía que no se iban a separar nunca.
Me apretó en su abrazo hasta casi romperme y temí por mis costillas, luego abracé a Juan, como era normal llamaban la atención con su diferencia de estatura.
David se había comprado coche y no me lo había dicho, ahora podía utilizar el garaje que tenía vacío. Pregunté por su compañera francesa que no estaba en la casa, había ido a encontrarse con unas amigas de la misma nacionalidad en Londres y pasar el fin de semana con ellas.
David no dejaba de ...
... hablar, había ido tres veces a España para ver al bebé de su hermana que le tiene enamorado, yo pensaba que esos viajes se hacen para visitar a las novias y posiblemente el utilizaba la disculpa del bebé cuando en realidad era ella el motivo de sus visitas.
Salimos a cenar a un pub y me llevaron a uno cercano al Silk Mill Park y la Catedral, era un lugar rodeado de jardines y haciendo frente a la calle, con un ambiente estupendo, tuvimos que dejar el coche un poco alejado y aprovechamos para andar un poco.
Disfruté viéndoles comer el plato combinado que ofrecían como especial de fin de semana y David se comió casi todo el mío, comía como un cosaco bebía y estaba siempre como un alambre. Actuaba un grupo tocando música de todos los estilos, al público no le importaba, todos estaban en su ambiente de viernes noche, resultaba estupendo. Era tarde cuando salimos de allí, Juan quería llevarnos a otros pubs cercanos, pero necesitaba dormir después de la noche pasada, mañana tenía otro viaje que hacer.
Su habitación era la de siempre, desorganizada y llena de trastos que él veía muy útiles. Nos metimos en la cama y no dejaba de hablar y preguntarme queriendo saber todo de mí.
Le tuve que contar al detalle lo de Ál y como consecuencia tocamos a Gonzalo.
—¿Cómo está tu amigo, Gonzalo? —el silencio cayó como una losa que nos aplastara.
—Mañana estaré con él, quiere que hablemos, ¿y sabes?, estoy viendo su actuación de aquellos momentos de otra forma que me ayuda y me ...