1. 39.4 A Londres pasando por Derby


    Fecha: 22/12/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... libera.
    
    —Lo pasaste tan mal, dejaste de ir a clase, ¡tú faltando a la universidad!, y te tenía que pasar todos los apuntes detallados.
    
    —¿Qué dice Nico? —suspiré muy, muy hondo cerrando los ojos.
    
    —Que hable con él, ¿tú qué crees que puede decir Nico?
    
    —Es increíble lo que te ama ese chico, es tu esclavo —de su boca sale una risa un poco loca.
    
    —¿Te causa risa?, tengo miedo de causarle daño, ya lo hice en Navidad.
    
    —Es difícil sustraerse de ti, te lo digo de verdad, pero creo que Nico sufriría más si no te ve feliz, aunque eso le suponga tu pérdida —permanecimos unos minutos en silencio, fui a buscar su mano y se la estreché con fuerza.
    
    Se acercó y puso sus labios sobre los míos, no me retiré y el beso duró unos segundos.
    
    —¿Qué haces David? —le miré divertido, se había puesto rojo.
    
    —Perdona Daniel ha sido sin querer —me saca la risa su nerviosismo.
    
    —¿Sin querer?, ¿has dicho eso? —me sigo riendo mientras me elevo y sujeto su rostro con mi mano derecha, con mi dedo pulgar en una mejilla y el resto en la otra para obligarle a mirarme.
    
    —Bien, me apetecía hacerlo —parece tan apenado y avergonzado por lo que ha hecho.
    
    —No es algo malo, no tienes que sentir vergüenza, pero a ti no te gustan los hombres y tienes novia —suelto su cara y ahora no me esquiva la mirada.
    
    —Y no me gustan…, creo. Tú eres diferente Daniel, no sé, igual es por la amistad que tenemos, y no sucede siempre, pero me excitas a veces. –había recobrado su color blanco habitual y ...
    ... otra vez vuelve el color a su cara.
    
    Me inclino hasta quedar con mi cara sobre la suya y ahora soy yo el que le beso, depositando con suavidad mis labios sobre los suyos y permanezco así, moviéndolos con lentitud, rozándolos como alas de mariposa. Con la punta de mi lengua lamo sus labios y los abre para mí, penetro en él y la acoge con la suya, con timidez, lamiéndonos solamente la punta, explorando nuestros sabores y poco después me llena todo con fuerza, queriendo coger de mi lo que deseaba hace tiempo.
    
    Estamos un tiempo besándonos, él me besa y yo le voy respondiendo, es un chico en todos los órdenes y no permite que alguien se le imponga, me abraza con sus delgados brazos que aprietan como cercos de acero, mete sus manos debajo de mi chaqueta para acariciar mis tetillas y su excitación va en aumento.
    
    Llevo mi mano a su entrepierna, tiene un estremecimiento cuando acaricio su verga sobre la tela. Cuando deja mi boca puedo hablarle.
    
    —¿Quieres hacerlo? —redobla sus besos y noto como su pene salta.
    
    —Sí, quiero follarte y hacerte mío…, pero no lo haré, no quiero que nuestra amistad se rompa, bastantes problemas tienes ya. –no quiere, pero sigue besando y mordiendo mi cara con sus labios.
    
    —No pasa nada, vamos a seguir siendo amigos, no voy a dejar de hablarte, si lo deseas puedes tenerme. –sus besos van bajando de intensidad y de fuerza, no así la rigidez de su miembro, se separa de mí, deja de abrazarme y se coloca mirando al techo.
    
    —¿Ahora no te enfadarás? ...
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