1. Buscando quien me diera por el culo en el parque de Santa Margarita.


    Fecha: 02/12/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... que se mostraba, mientras con mi otra mano le acariciaba los huevos. 
    
       Se volvió a estremecer a la vez que enredaba sus manos en mi pelo, empujando mi cabeza para que tragara toda su polla. 
    
       Viendo que lo que deseaba era follarme la boca, dejé que tomara la iniciativa, mientras yo le acariciaba los huevos y chupaba lo mejor que podía aquella joven verga que se introducía por mi boca.
    
       El cabroncete aquel estaba bien caliente ya que enseguida noté que se iba a correr, los huevos se apretaban cada vez más a la polla, cuando noté que sacaba su polla de mi boca, poniéndose a menearla como un loco, hasta que empezó a convulsionar todo su cuerpo, empezando a eyacular sobre mi cara, mientras yo abría la boca, tratando de que aquellos trallazos de leche cayeran dentro de ella.
    
       Varios chorros de semen fueron a parar dentro de mi boca, otros cayeron por mi cara y pelo, hasta que cuando ya solo salían los últimos chorros de leche, pude meterme de nuevo la polla de aquel jovencito en la boca, empezando a chupar como si de un caramelo se tratase, dejando que terminase de eyacular dentro de mi boca.
        Ahora que le había dejado la polla limpia y reluciente, el cabroncete del chaval, apartándome se subió el bóxer junto al pantalón del chándal, abrió la puerta dejándome allí solo, con un empalme y calentura descomunal. El cabrón se había desahogado corriéndose en mi cara, y ahora a mí, que me dieran por el culo. Eso era lo que yo quería, que me dieran por el culo, ...
    ... así que viendo que allí no hacia nada, salí del habitáculo yendo al lavabo que había, limpiándome la cara de los restos de semen que me quedaba.
    
       Mientras terminaba de limpiarme la cara, entraba en los aseos un hombre maduro, a este ya lo conocía, trabajaba en el puerto, lo veía algunas veces descargando hielo para los barcos del gran sol, le apodaban el “indio”. Ya me había follado en una ocasión, fuera una vez que estaba yo espiando en los aseos públicos que había en los jardines de 4 caminos, allí me había dado por el culo. 
    
       Al verlo se me iluminó la cara, todavía recordaba aquel día que lo vi por primera vez cuando yo estaba espiando en los aseos, y el sabiendo que había alguien espiando, me enseñaba aquella hermosa verga, verga que recordaba en esos momentos. Así como la follada que me había terminado por dar. Desde aquel día no había vuelto a coincidir con él, solo lo había vuelto a ver trabajando en el puerto. 
    
       Al verme, me reconoció al momento, al igual que lo había reconocido yo. Justo en ese momento, entraba también en los aseos, un viejo que se nos quedó mirando como queriendo saber que era lo que pasaba. Joder que oportuno el viejo de los cojones, ahora que sabía que había encontrado quien me diera por el culo, entra el carajo del viejo aquel. Lo único que se me ocurrió en aquellos momentos, fue salir de los aseos, esperando que el “indio” me siguiera. Quedarnos allí en los aseos con el viejo sospechando de nosotros, era peligroso, al menos eso fue ...
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