Buscando quien me diera por el culo en el parque de Santa Margarita.
Fecha: 02/12/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... lo que pensé en aquel momento.
Me hice el remolón esperando a ver si el “indio” salía y venía detrás mía. Tenía muy claro que aquella ocasión no la iba a desaprovechar, si él quería, me abriría de piernas y me volvería a dar por el culo. Solo era cosa de que viniera tras mía y en aquel camino que bordeaba el parque, podríamos satisfacer nuestros deseos. Ya casi era de noche, además por allí no solía pasar nadie ya que apenas era transitable y había buenos sitios donde ocultarnos. Ni siquiera se me había ocurrido pensar que él pudiera llevarme a su casa, no sabía donde vivía, ni si vivía solo, pero en aquellos momentos ni se me había pasado por la cabeza.
Como había pensado, enseguida salió de los aseos, salió mirando a ver si me veía, así que me volvió a ver, viendo que yo estaba esperando a que saliera, empezó a venir detrás mía.
Salí por una de las aberturas que había, yendo a aquel camino poco transitado y accesible, mirando para atrás, esperando que viniera tras de mí.
Efectivamente él venía detrás de mí, aunque parecía que dudaba algo, seguro que nunca había ido por aquel camino sinuoso, tan poco transitable y accesible.
Tan pronto vi un pequeño hueco entre aquella maleza, sin dudarlo me metí esperando que él llegara hasta allí. Al verme allí parado, viendo que yo estaba esperando a que llegara él, sin dudarlo se acercó a mí, llevando su mano a mi entrepierna. Ahora ya sabía que yo lo estaba deseando, por lo que, abrazándome a él, ...
... empezó a meterme mano.
No decíamos nada, él me abrazaba metiéndome mano. Mientras yo desesperado, intentaba sacarle la polla de fuera.
Empecé a aflojarle el cinturón mientras él seguía abrazándome y metiendo mano, buscaba con su boca la mía, seguro que no esperaba encontrar a un jovencito con el que satisfacer sus vicios más ocultos y perversos. Sabía que a mí me iba a poder dar por el culo, y aquello era lo que más le gustaba. Yo le iba a cumplir todos sus deseos.
Cuando conseguí aflojarle el cinturón, desabroché el botón que tenía, bajando por último la cremallera, metiendo la mano por dentro de su calzoncillo, pudiendo liberar aquella polla que tanto estaba deseando.
Cuando por fin la tuve en mi mano, empecé a acariciarla a la vez que empujaba su pantalón y calzoncillo dejando más al aire sus genitales. En esos momentos, el juntaba su boca con la mía, empezando a chupar y morder mis labios.
¡Ufff maricón que pena no tener una cama donde cogerte! Me decía suspirando de gusto, mientras me comía la boca y sobaba mi cuerpo con sus manos.
Eso también me gustaría a mí, pero ahora estando tan caliente y excitado como estaba, poco me importaba donde estuviéramos, ahora lo que quería era que me bajara los pantalones y me diera por el culo haciéndome suyo.
Y como si me estuviera leyendo el pensamiento, eso empezó a hacer, empezó a aflojarme el cinturón, siguió luego desabotonándome el pantalón, bajándolo junto al slip, una vez lo tuvo ...