Terminé sometido siendo enculado en su coche.
Fecha: 03/12/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... momento que miraba como se iba, entraba un maduro en la estación, ya lo tenía visto en alguna ocasión. Era un hombre de mediana edad, de complexión fuerte pero no gordo, muy bien vestido con aires de superioridad. No terminaba de gustarme, lo veía muy dominante y algo de él, me atemorizaba.
Al cruzarnos, miró para mí, quedándose parado a ver que hacía. Vio que me paraba en la entrada antes de empezar a bajar las escaleras, y encendía un cigarrillo.
Estaba pensando en que hacer, si esperar un poco más o marcharme yendo para el centro comercial, cuando veo que se me acerca, y mirándome a los ojos, me dice que vaya con él.
Ven, me dice a la vez que me coge por el codo llevándome con él.
Sin que me diera apenas cuenta, ya había bajado las escaleras siendo sujetado por el codo por aquel maduro. Notó que me resistía algo por lo que se paró, diciéndome:
Tranquilo que no te voy a hacer nada que no estés deseando, tú solo ven, ya verás como te va a gustar.
Dudando en si ir o no, miré hacia atrás, viendo como el japonés, estaba en la puerta de la estación viendo como me llevaba aquel maduro. Cuando me di cuenta, ya estaba subiéndome a su vehículo. El cabrón aquel tenía un cochazo de lujo, era un mercedes nuevecito y bien grande, hasta tenía los cristales tintados para no poder ver desde fuera.
Joder, me había dejado llevar tan sumisamente, que no me lo creía, pero viendo lo que había, casi prefería ir con aquel maduro que no terminaba de gustarme ...
... y algo me atemorizaba, que dejarme follar por el japonés aquel.
Una vez se hubo montado él, cerró y bloqueó las puertas, poniendo el vehículo en marcha.
¿Cómo te llamas? Me dijo mirándome a los ojos.
Miré para él, contestándole que Dani.
Pues tú tranquilo, Dani, ya verás como te va a gustar lo que vamos a hacer, me decía pasando su mano por mi pierna. Se paró después de frotarme la pierna con su mano, colocando esta sobre mi paquete apretándomelo, ¿Cómo está la putita de caliente? Me decía, apretándome la entrepierna.
Ufff, estás caliente, ¿eh? Tienes la polla durita, ¿eh maricón? Me decía mirándome de reojo mientras iba conduciendo. Volvió a apretarme la entrepierna restregando ahora mis genitales. No dices nada, ¿eh putita?
Yo no decía nada, solo pude revolverme emitiendo un gemido, notando como su mano apretaba mi paquete restregando luego mis genitales.
Andas caliente, eh maricón… Me decía restregándome su mano por los genitales.
Mira que salido me estás, me dijo apretándome la polla, sacando en esos momentos la mano de mi entrepierna, llevándola al volante.
No te preocupes, que ya verás como te voy a hacer disfrutar, vas a gozar y gemir como la putita que eres, te voy a abrir el culito y preñar con mi lechita, verás como te va a gustar, iba diciéndome mientras conducía.
Yo que todavía no terminaba de creerme cómo me había dejado llevar por aquel maduro, me había subido al coche, dejándome llevar como si fuese un ...