1. Mi mujer tan santa... tan puta


    Fecha: 23/12/2017, Categorías: Confesiones Autor: Tinta Mágica, Fuente: CuentoRelatos

    ... humo de 10 cajetillas de cigarros o más. ¡Y vieras cuanto bailé! Si no me querían dejar venir…
    
    -me imagino…
    
    -no, ni te imaginas… creo que fui la mujer que más bailó en toda la noche. Pero bien, ¡eh! Nada de dejar que se pasaran conmigo. A quien trato de abrazarme de más, lo puse en su sitio de inmediato. Hasta mi mamá les dijo que yo si era una mujer decente.
    
    -¡Pues me da una tranquilidad saber que tengo a una mujer decente! Borracha, pero decente.
    
    -deberías estar orgulloso. A nadie se las he soltado
    
    -¿a qué te refieres?
    
    -a las nalgas, pues. Solo ha habido dos hombres en mi vida. Mi ex y tu.
    
    -una mujer santa…
    
    -pues, aunque lo dudes.
    
    -¿nunca te han dado ganas de acostarte con otro?
    
    -no, nunca. Pero los tímidos me gustan. O los sumisos. Me agrada saber qué puedo hacer con ellos lo que quiera, desecharlos.
    
    -y ¿Cómo sabes que son tímidos?
    
    -su mirada y la manera en que me tratan. Me suben a un pedestal y ahí sé que los tengo en mis manos. A esos me gusta provocarlos, pero solo un poco. Cuando avanzan, me alejo y si me reclaman, les digo que equivocaron las cosas. Como son tímidos, se lo creen. Con ellos, no hay problema.
    
    -¿y si te llega un aventado, de esos que no tienen miedo?
    
    -¡já! Hace unas horas uno se quiso creer galán conmigo. Lo dejé bailando solo. ¡Que si yo muy bonita, que quería salir conmigo! ¡Idiota!
    
    Caro fue al baño y cuando regreso, yo estaba más que dormido. Según ella, me la chupo hasta que me vine en su boca. Yo, ...
    ... no lo recuerdo bien.
    
    La siguiente semana, Caro estuvo excepcionalmente alegre y atenta conmigo. Estábamos en el departamento cuando me confesó que Bety le había dicho que había salido con su amigo, -el compañero de trabajo- y que la veía muy entusiasmada.
    
    -qué bueno que se decidió a tener una aventura – dije
    
    -no es aventura, solo son amigos. Llevan años conociéndose
    
    -si llevan tantos años de conocerse ¿Cuál es el motivo de su entusiasmo? Vamos Caro, somos adultos. Bety se está acostando con Edmundo, creo se llama así...
    
    -te equivocas. Ellos son amigos. Sabes, mejor olvida lo que te dije –respondió ya molesta.
    
    -de acuerdo. No discutamos por definiciones y relaciones que no nos incumben.
    
    Caro me dejó en la sala y fue al baño. Con un grito, me pidió que fuera. Ahí la encontré recargada en el lavabo con las nalgas desnudas
    
    -¡cógeme! Por adelante…y por detrás.
    
    Si por adelante Caro gozaba, por atrás era en acabose. Gemía, gritaba, pataleaba, pero no dejaba que se la sacara.
    
    -¡aunque llore, no me la saques! ¡Aunque llore no lo hagas! –gritaba.
    
    Nos dimos la cogida de nuestra vida que hasta el lavabo quedo un poco dañado, del zangoloteo.
    
    Días después, Caro me llamó por teléfono al trabajo.
    
    -¿Qué crees? Hay una fuga de agua en el lavabo…
    
    -seguro es por aquella ocasión…
    
    -ni me recuerdes que te obligo a que lo repitas
    
    -¿te gustó?
    
    -muchísimo
    
    -pues cuando tu gustes, lo repetimos
    
    -me preparo y te digo, ¿sí? Pero ¿Qué hacemos con el ...
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