1. Mi mujer tan santa... tan puta


    Fecha: 23/12/2017, Categorías: Confesiones Autor: Tinta Mágica, Fuente: CuentoRelatos

    ... de conocerse.
    
    -ok, pues, aunque tus ojitos así lo vean, el mensaje que das a los otros es diferente. Tomarse de la mano implica compromiso de pareja. No de amigos. De pareja.
    
    -pero yo no quiero a Edmundo de pareja…
    
    -claro que no, lo quieres de amante
    
    -eso se escucha muy fuerte. Yo soy una mujer casada y no me lo permitiría.
    
    -¿tener amante?
    
    -yo amo a Mario…
    
    -mmmm a lo mejor yo estoy entendiendo mal. Si fue así, te pido una disculpa. Tú, ¿quieres tener una relación sexual con Edmundo?
    
    -una relación no, tal vez encontrarnos una vez o dos…
    
    -¿pero si quieres?
    
    -si eso no cuenta como relación, si quiero
    
    -según tú, ¿Cuántos encuentros son necesarios para que cuente cómo relación?
    
    -el que estén juntos por un año o más…
    
    -¿entonces si son una o dos veces…?
    
    -eso sería como una aventurilla sin importancia, una canita al aire, diría mi tío Panchito.
    
    -probemos con otro ejemplo: supongamos que Mario, tu marido, se acuesta con Caro, tú hermana, dos veces…
    
    -ellos no lo harían…
    
    -es un supón…supongamos que lo hacen dos veces. ¿Qué pasaría?
    
    -se terminaría mi matrimonio con Mario y mi relación con Caro
    
    -¿Por qué?
    
    -¡porque se acostaron! ¿Porque más?
    
    -¿hubo una relación?
    
    -claro que la hubo, lo hicieron. ¡Y dos veces! ¿Y eso que tiene que ver con Edmundo?
    
    -con Edmundo, nada. Pero contigo sí. Al sol, no le quieres llamar sol.
    
    -¿sabes que cu-ña-di-to? Eres un idiota y no sé porque me atreví a confesarme contigo. Olvida lo que te ...
    ... dije.
    
    -Sin problemas. Yo no sé nada.
    
    Bety se alejó de mí y fue con Caro a ayudarla a secar algunos platos.
    
    Mario regresó y se me acercó como si fuera yo su mejor amigo
    
    -¡invítame una copita, plis!
    
    -lo siento, pero los invitados arrasaron…
    
    -si no hay problema, voy por algo y le seguimos
    
    -sí- respondió Caro al fondo-. ¡Y me traes unas papas fritas!
    
    Sinceramente no tenía ganas de desvelarme y mucho menos con Mario, pero quería integrarme a su grupo, a ellos y no repetir lo cortante de Caro con mis amigos.
    
    A las 7 de la mañana, nosotros cuatro seguíamos en la sala. ¿de qué hablamos? Pues prácticamente de experiencias de ellos tres. Que si esto, que si lo otro... yo escuchaba. En ocasiones salía el tema del ex de Caro y ahí cuidaban las palabras hasta que dejé en claro que no me afectaba lo sucedido ni que se hablara de él, pues era pasado. Cuando Mario dijo que él no soportaría que su mujer hablara de su ex, le respondí:
    
    -a eso se le llama criterio. No pasa nada.
    
    -pues, aun así. Es mucho pasado para soportar- recalcó.
    
    Bety terminó por dormirse en el sillón largo y Caro en el sillón individual. Mario estaba en las ultimas, a punto de caer de sueño y alcohol, pero se resistía. Yo, ya me sentía mareado. Miré la mesita de centro llena de latas vacías y dos botellas en el piso. Los niños ya se habían levantado y desayunaban lo que habían encontrado en la alacena y refrigerador.
    
    -me llevo a Caro a dormir – le dije a Mario.
    
    -Primero échame una ...
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