1. Mi mujer tan santa... tan puta


    Fecha: 23/12/2017, Categorías: Confesiones Autor: Tinta Mágica, Fuente: CuentoRelatos

    ... mano a llevar a Bety. No creo poder cargarla.
    
    -pues tu dime de donde la tomo o cómo la cargamos
    
    -tómala de los brazos y yo de los pies.
    
    Cuando la tratamos de cargar, Bety se despertó enojada y casi gritando dijo:
    
    -¡déjenme aquí!
    
    Ya no insistimos.
    
    Tomé a Caro de los brazos y Mario de los pies. Mientras íbamos rumbo a la recamara, Mario Jr. dijo:
    
    -¡a la tía Caro se le ven los calzones!
    
    ¿Conciencia o inconciencia? Yo, al tomar a Caro del pecho, le había subido su vestido quedando muy arriba. Las pantimedias traslucían su tanga que a su vez, traslucía su depilado montecito. Vi a Mario con la intención de bajarla al frio piso.
    
    -¡no lo hagas! ya estamos a medio camino, mejor apúrate
    
    Depositamos a Caro en la cama. Le quité las zapatillas y le dije a Mario:
    
    -trata de meterla bajo el cobertor en lo que voy al baño.
    
    No tardé más de un minuto y cuando regresé Mario no había hecho nada. Solo recorría con su mano desde el tobillo a la rodilla de caro, sin dejar de mirarla.
    
    -¿Qué haces? –le dije
    
    -estoy tan ebrio que, si trato, seguro la tiro. Me quede aquí para que no se cayera.
    
    -bueno, yo lo hago.
    
    Vi al tipo embelesado con Caro, así como si viera a Bety mirando a su casi amante. Y me salió lo voyeur.
    
    -¿quieres quitarle las medias? Yo me encargo de meterla a la cama
    
    -¿yo? Imposhiible. Estoy obrio ¡obrio! Las pocas veces que se las he quitado a Bety, las rasgo con mis uñas y quedan pa´ la basura.
    
    Mario se quedó parado y sin hacer ...
    ... nada. Yo moví el cobertor a la mitad, gire a Caro sobre él, le quite las medias y tanga, y la deje a la vista por puro morbo.
    
    -¡qué bonita panochita tiene Caro. ¡Ella siempre limpia! -dijo Mario. Si yo no fuera tan bruto y ella tan mojigata…
    
    Tomé a Mario del hombro y lo llevé a su recamara donde literalmente, cayó como tabla.
    
    Regrese con Caro a nuestra recamara y cuando ella me sintió, repegó sus nalgas. Me baje el bóxer y la penetre despacio. Minutos después me vine y me quedé dormido.
    
    Al siguiente día, tenía una cruda “moral” por mostrar a mi pareja a su cuñado y esperaba algún comentario o insinuación de él, pero no. Nada de nada. Me quede callado también. Y de lo de López y Estelita, tampoco le dije a Caro.
    
    En las semanas siguientes,me enteré que Bety visitaba a Caro, pero lo hacía cuando yo no estaba.
    
    -supongo que se siente más cómoda estando solo contigo – le dije a Caro
    
    --gracias por comprender – Y me abrazó.
    
    No le di importancia al distanciamiento de Bety. Era mi cuñada, pero siendo sincero, no la estimaba.
    
    Días después, Carolina recibió una invitación de su prima Soledad por el cumpleaños 5 de su hija Julia, así que fuimos. Ellos vivían en una ranchería al sur del estado y por una avería del auto, nos tuvimos que quedar a dormir ahí. Ellos se durmieron con su hija y nosotros en la cama de la pequeña. Ambas, en la misma habitación, no había para más.
    
    Era pasada la medianoche y Caro no se dormía ni me dejaba dormir.
    
    -espera a que se duerman ...
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