1. ¡Pegame mamá!


    Fecha: 25/12/2017, Categorías: Incesto Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    ... quería mucho!, pide la señora con ganas de corregirla de alguna forma, o de apagarle la voz.
    
    ¡sí, me quería… me quería voltear! Además el vieji me re miraba la cola! Ustedes porque se hacen los estúpidos! Aparte de todo eso, gonza y yo hicimos el amor en tu cama, en esta misma cama! No sabés cómo se pone cuando le chupo la pija! Y lo rico que me succiona los pezones!, pregona la chica, sin evitar una fuga de un gemidito, ya que su índice acaba de transgredir el postigo de flujos que hay en la entrada de su vulva. Lo mueve, se frota apenas el clítoris con el pulgar y siente que el roce de su bombacha la erotiza.
    
    ¡hija, qué carajo estás diciendo? Eso no puede ser cierto! Vos, y Gonzalo, no, eso no es… Cómo pudo ser posible? Vos lo calentaste seguro, no pendeja trola?!, se enfurece Sandra al borde de darle una cachetada. Sus manos resisten cada vez menos la tentación de olpearla, pero se contiene hasta una nueva y deshonesta confesión más.
    
    ¡y vos también tenés lo tuyo ma! El sábado vi cómo peteabas al chico que te trae las ensaladitas para tus dietas! No se lo conté a Gonza todavía, así que quedate tranquila!, dice Milena antes de que le brote un manantial de lágrimas de sus ojos, porque Sandra le da la tan ansiada cachetada, le arranca el pelo para que suba la cabeza y la mire a los ojos, y le estira una oreja mientras le grita:
    
    ¡mirá guachita de mierda, no tenés ningún derecho a meterte en mi vida! Vos sos una cualquiera, una puta, una salvaje! No sé cómo pude ...
    ... equivocarme así con vos basura!
    
    Otros sopapos empiezan a enrojecerle las mejillas a Milena, que disfruta viendo a su madre a punto de perder la razón. Ignora que su hija se masturba por el tenor de sus palabras cargadas de reproches, histeria y rencor. Recién cuando la agarra del brazo que la satisface como para sacarla de su cama lo advierte. Estalla en ira y la empuja boca abajo sobre el colchón para nalguearla con todo reprendiéndola.
    
    ¡encima te pajeás en mi cama cerda cochina! Qué te pasa taradita? Sos una, una pendeja de mierda! Tendría que haberte fajado de chiquita, por mentirosa, desobediente, por sucia, meona, contestadora, y por… por….! Cómo te vas a coger a tu hermano enfermita!
    
    Milena solo goza de los chirlos de su madre en su colita cada vez más ardiente, acalorada y fortalecida por la paliza que Sandra le otorga sin apiadarse. Incluso la escupe con repugnancia, se atreve a despojarla de su bombacha y se la deja un rato entre sus nalguitas, sobre las que luego desata un par de cintazos estruendosos. No fueron más de 8, pero fue suficiente para que Milena sienta que en su vagina se proclama una abundancia de flujos inauditos, los que pronto empapan la sábana.
    
    Afuera la lluvia empieza a convertirse en recuerdo, aunque el viento mece a las nubes indecisas, por lo que algunas gotas aisladas resuenan impasibles.
    
    En eso Sandra pone de pie sin demasiado esfuerzo a su hija, ya que posee una silueta delgada y saludable. Le toca las tetas, se acerca a uno de los ...