1. Sexo con mi Madrastra


    Fecha: 25/12/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: josuem94, Fuente: RelatosEróticos

    ... asiento y debajo de la otra, en postura muy juvenil. Lleva una bata ligera de andar por casa.
    
    - Yo entiendo bien lo que te pasa, cariño. Te lo explicaré. Ven, siéntate aquí, cerca de mí.
    
    Ella estira ahora la pierna que tiene doblada, dejándola sobre el asiento. Le hace sentarse entre sus piernas. Él apoya su espalda en ella y la cabeza en su hombro. Se siente mimado, su madre adoptiva siempre le ofreció el mejor cariño. Con ella se siente seguro y sus miedos desaparecen. Al colocar al chico sentado entre sus piernas, la bata se ha abierto forzosamente y los muslos de la mujer quedan al descubierto, hermosos, bronceados por el sol de la playa, muy tersos y brillantes.
    
    - Verás, cielo.. –continúa ella-. Te has hecho un hombre sin darte cuenta. Y cuando se llega a tu edad hay unas necesidades, tan importantes como el comer.
    
    - Sí, mamá. Sigue, me gusta que me lo expliques bien.
    
    Ella le sujeta por el pecho con un brazo y lo aprieta contra ella. Ambos siguen mirando la televisión distraídos. Con la otra mano, acaricia el pelo del chico.
    
    - Verás, cariño. A tu edad, es normal que se sienta una gran atracción por las mujeres. La sexualidad es importante, es un reclamo de la naturaleza que no podemos evitar. Y es bonito vivirla y disfrutarla.
    
    - Sí, mamá, pero a mi las chicas no me hacen mucho caso, lo sabes.
    
    - Bueno, eres un chico tímido, pero lo superarás, no te preocupes.
    
    - Ya, ya… pero mis amigos y compañeros, creo que ya se han estrenado..
    
    - Jajajajaa… ...
    ... ¡ . Bueno, hijo, no le des mucha importancia, es también muy normal entre los chicos de tu edad presumir, y tirarse algún farol. No te lo creas todo. Pero entiendo que desees ya tener una relación con una chica. Has llegado a la mayoría de edad y como te digo fuerza de la naturaleza te llama.
    
    Ella ahora baja la mano hasta el estómago del joven y busca su cintura bajo la camiseta. Encuentra su piel y sube la mano hasta su pecho, acariciándole. Él se apoya más contra ella, y se deja besar los cabellos, mientras que su madre ya más que hablarle, le susurra despacio al oído.
    
    - ¿Pero tú me ves normal, mamá…?
    
    - Yo te veo muy hombre, cariño mío. Lo noto.
    
    - ¿En qué lo notas?.
    
    - Bueno, más bien lo veo, lo veo ahora…
    
    La madre hace un ligero gesto con la mano hacia la parte de la cintura del chico. Debajo del pantalón ligero del chandal el bulto potente de la erección del joven es bien visible.
    
    - Mamá, uufffffffffffff, que vergüenza…¡. Perdona… -el hijo se protege con las manos, procurando que no se note-.
    
    - Tranquilo, cariño. –Ella aparta con delicadeza las manos del chico, y las coloca una en cada muslo de ella-. Mejor así, no te de apuro. Debes estar orgulloso de tu virilidad, no la escondas. Además, me encanta verte.
    
    Ella siente las manos cálidas del chico en sus piernas. De momento las manos no se mueven, pero luego inician un recorrido suave por los muslos.
    
    - Mamá, tienes una piel muy suave y unas piernas muy bonitas.
    
    - Gracias, cariño. Me agrada ...
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