1. Sexo con mi Madrastra


    Fecha: 25/12/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: josuem94, Fuente: RelatosEróticos

    ... mujer.
    
    La hembra ha ido despertando. Ha centrado en este acto su cariño maternal, pero no es de piedra. Se nota mojada. Abre algo más los muslos y aprieta más al hijo contra ella. Ahora desea intensamente ser disfrutada. Mueve la cintura hacia delante, para intentar rozar su sexo contra el joven, pero eso no conduce a nada.
    
    Lo empuja suavemente hacia delante, para que se retire un poco y agarrando la camiseta la sube hasta quitársela.
    
    - Ponte de pie, cariño. Quítate todo.
    
    El hijo se levanta y ella le baja los pantalones y la ropa interior. Está espectacular, su cuerpo atlético con sus 18 años luce con el miembro totalmente levantado.
    
    - Siéntate otra vez a mi lado. Ven.
    
    Vuelve a sentarlo entre sus piernas. Ella está con la bata muy arremangada y las piernas totalmente desnudas. Lo hace sentarse un poco de lado, en lugar de darle la espalda como antes.
    
    - ¿ Estás a gusto, cariño?.
    
    - Mucho, mamá. Mucho.
    
    - ¿Qué te apetece ahora, cielo?.
    
    - No lo sé, mamá… No…No….no sé que decir.
    
    - Yo sé lo que quieres, cariño. Quieres a la mujer, quieres descubrir lo que es hacer el amor. Quieres cariño, quieres hacer el amor con mamá, quieres tenerme desnuda?.
    
    El hijo no contesta, abrumado. Pero sus manos van ahora al escote de la madura y tímidamente desabrocha un par de botones de la bata. Los senos grandes de la mujer son muy vistosos. Con el sujetador negro que lleva puesto están subidos, turgentes y orgullosos. El chico mira, extasiado, los ojos abiertos, ...
    ... atraído por los pechos femeninos como si fuesen un imán. Ella complaciente, decide ayudarlo. Retira ahora la bata, sacando las mangas y dejándola abrochada solo en la cintura. Seguidamente con gesto algo lascivo, lento, elegante, se lleva las manos a la espalda y suelta el broche del sujetador. Retira los tirantes, dejándolos deslizar lentamente por los hombros. Retira la prenda. Se tapa un poco con los brazos, con gesto inocente y pícaro al mismo tiempo. Pero al momento los retira, dejando los soberbios senos al descubierto. Grandes, ligeramente caídos, pero cargados de un profundo erotismo. El joven está pálido de la emoción.
    
    - ¿Qué te parece, mi amor?.
    
    Tampoco nada dice el joven, es como si hubiese enmudecido de repente.
    
    - Vamos, a que esperas… Tócalos….
    
    Las manos de él se animan. Con miedo, acaricia la piel suave, tersa de los pechos maduros. Ella le agarra la mano y la aprieta fuerte con el seno.
    
    - No tengas miedo, mi vida.. Aprieta fuerte, disfruta, que te lo mereces.
    
    La erección del chico es ahora más fuerte. La madre lo ve y sonríe. Se siente deseada. Ha llegado el momento y quiere ser suya. Que la recuerde siempre, como madre, pero al mismo tiempo como la primera que le hizo hombre. El pensar que su niño perderá la virginidad dentro de ella la inunda de felicidad.
    
    - Ven, cielo, levántate otra vez… espera un momento…
    
    El chico se vuelve a levantar y ella se coloca. Se echa totalmente en el sofá. Saca su braguita negra y desabrocha la bata. Una ...
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