1. De tal palo tal astilla: La re-puta-ción


    Fecha: 27/12/2017, Categorías: Incesto Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... independencia, que todo cambió y varios nos reunimos en la casa de mi amigo Rivas. Ahí estaba Billy, con su puta mujer y su putita hijastra. Todos alrededor de la piscina donde la mayoría de mujeres, que quizá eran unas 10, vestían el típico traje de baño de dos piezas: bikini y sostén. Daisy tenía un bikini más diminuto y más atrevido, pero Melisa llevaba uno de hilo dental, que desaparecía entre sus nalgas. Recuerdo que mi amigo Rivas le dijo en forma de broma a Melisa cuando se nos acercó en la piscina:
    
    —¿Ese es tu traje de baño o te metiste en calzón?
    
    —¡No vestía calzones, nunca uso! Este es mi traje de baño… ¿Te gusta?
    
    Ya era entrada la noche y muchos se alistaban para presenciar la quema de las luces pirotécnicas que habían llevado y de las que se dan alrededor. Ya para esta hora la mayoría está con el efecto de algunos tragos o las cervezas. Me acerqué al baño que está cerca de la piscina para quitarme el cloro y al tocar la puerta, escucho la voz de Daisy y me dice:
    
    —¿Eres tu Tony? ¡Entra, báñate conmigo!
    
    —¡No creo que sea prudente! Tu marido está por aquí cerca.
    
    —Tú entra y le echamos llave a la puerta.
    
    Ella abrió la puerta y sin pensarlo me tomó de la mano y me hala. Ya no tenía nada puesto, y pude ver su conchita totalmente rasurada y sin decir mucho, me baja mi pantalón corto de baño y comienza a mamarme la verga y esta en segundos alcanza el grosor y el tamaño máximo de erección y solo dice: ¡Tony, que bonita verga tienes! – le dije que ...
    ... callara, pues se oían voces alrededor. Después de una breve mamada me pide que me la coja y es ahí donde le digo al oído algo que pienso que la hará pensar y quizá negarse y ponerle un alto a todo:
    
    —¡Se me antoja cogerte el culo!
    
    —¡Cógetelo, quiero sentir tu rica verga en mí!
    
    Así parados y con el agua cayendo para que camuflara los gemidos, así se puso como un día me rozaba con sus nalgas, ahora la tenía con las nalgas abiertas y mi verga penetrándola. Jadeó con signos de dolor cuando se la dejé ir sin misericordia y comienzo agresivamente a taladrar su apretado culo. Por las circunstancias de estar en las condiciones que estábamos, la eyaculación llegó en un par de minutos. Ella lo siente y me lo dice y me lavo rápido mientras ella intenta que le salga todo mi esperma de su rosado culo. Se acurruca haciendo esas contracciones hasta que veo caer mi esperma diluyéndose con el chorro de agua de la regadera. Salgo y por suerte, no hay nadie esperando en la puerta e intento actuar de lo más normal.
    
    Veo que todos están más concentrados quemando la pólvora y todo ese bullicio ahogó los quejidos que yo escuchaba muy de cerca cuando culeaba a Daisy. A los cinco minutos salió ella del baño y pasó cerca de mí diciéndome: ¡Me has quedado debiendo!
    
    Por el calor me quedo en otros pantalones cortos, de esos para ejercitarse, mas sueltos. Veo a Melisa que ella viste una micro falda, que prácticamente uno puede ver esa curva de los cachetes de sus nalgas. Todos o diría la mayoría ...