1. De tal palo tal astilla: La re-puta-ción


    Fecha: 27/12/2017, Categorías: Incesto Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... entre sí. Fue la única vez que culeé a Daisy, con la hija fue otra historia y desde entonces hice todo lo posible para no volverlas a encontrar.
    
    Pensé que nadie se daría cuenta de esta mi aventura con ambas, pero estaba muy equivocado. José, un empleado de la misma compañía me hizo la confesión días después. El me lo contó de esta manera:
    
    —¿Te cogiste a Melisa? ¡Que rico se oían esos jadeos!
    
    —¿Cómo lo sabes?
    
    —Tony, cuando ustedes entraron a la bodega, Daisy, su mamá me estaba dando una mamada, y nos hemos quedado callados y sorprendidos. Hemos escuchado cuando te la ha mamado y donde tú le has pedido el culo para que no quede embarazada. ¡Que culeada le has dado a esa chica!
    
    —¿Te dijo algo Daisy?
    
    —Después que ustedes terminaron, estábamos tan calientes que ella también me dio el culo, pero como teníamos mucho tiempo ahí y Billy podía notar su ausencia, me dio chance para un “rapidin” y la he dejado ahí limpiándose el culo.
    
    Pensé que hasta ahí llegaba en relación con madre e hija y con los meses hasta me había olvidado de esa aventura. Fue Billy que con esa actitud relajada quien un día me llama por teléfono y me da la noticia: Tony, con todo respeto te hago saber que mi mujer y Melisa van para tu casa, pues Melisa dice que el hijo que va tener, es hijo tuyo. Tony, conmigo no ...
    ... hay bronca y si eres el padre del hijo de Melisa, prefiero que mejor seamos amigos que enemigos.
    
    Esta ha sido la única chica que me lleva a corte para que reconozca a un hijo y obviamente para reclamar manutención. Los primeros tres meses el juez me obligó a pagarle $1800.00 mensual. Para el cuarto mes presenté un examen de ADN, que en aquellos años me costó otros $2000.00 y ahora el juez le obligaba a ella a que me pagara cada centavo que yo le había dado en un término de 15 días. Obviamente, ella no tenía ese dinero y siendo la puta que sabía que era no pensé mucho y se lo propuse de esta manera:
    
    —¿Qué te parece si me das tu culo unas tres veces y me olvido del dinero?
    
    —¿Estás hablando en serio?
    
    —Sí, cada vez que me lo des, te doy un recibo por una fracción de pago.
    
    —Está bien. ¿Cuándo lo quieres?
    
    —Mañana te espero en ese motel cerca de tu casa.
    
    La verdad que sabía que no me los iba a pagar, así que cuatro veces la llevé a ese motel donde le di maratones solamente de sexo anal. Creo que Melisa los disfrutaba al igual que yo, que la cuarta vez fui porque según ella habíamos acordado 4 citas. La verdad que Melisa es una rubia muy linda, pero si incluyo cada centavo que le di, junto con el costo del examen de ADN, es una de las putas más caras que he pagado.
    
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