1. TIEMPO PASADO


    Fecha: 16/12/2020, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Bueno, cuando se llega mi edad te acordás de lo que pasó hace 30 años pero no lo que comiste ayer. Eso me pasa a mí, pero hoy, no sé porque, me acordé de lo que pasó hace una década. ¡Vaya, todo un éxito! 
    Cuando falleció mi esposa resolví mudarme. Busqué un barrio sobre el suelo. Había vivido demasiados años sobre hormigón. Cuatro, cinco, diez pisos sobre la tierra. Ahora quería tierra, tierra, eso, y eso busqué! Era un barrio bastante lindo, con chalecitos muy monos, jardines y plaza, más o menos parecido donde había vivido con mis padres un millón de años antes. Los vecinos no existían prácticamente, pues yo compraba lo que me hiciera falta cuando salía del trabajo y lo llevaba a casa. O sea que ni siquiera iba a los negocios del barrio, por lo cual no conocía a nadie y nadie me conocía a mí. ¡Una belleza! Hasta que mis hijos decidieron que estaba muy solo… y me regalaron una perrita. Muy linda, pero tenía que encargarme de sacarla a pasear…, no tenía más remedio. Y así fue que cambió mi vida. No tenía más remedio que conocer a los vecinos. 
    No pasaron muchos días. No era el único que sacaba a pasear al perro. Tenía la plaza enfrente, era el lugar adecuado para todos. 
    Es lo que pasa. ¿Viste? Sacás a pasear al perro y siempre hay un vecino que tiene el mismo horario que vos. En este caso varias vecinas. Una de ellas tenía un perro… y estaba muy cariñoso con mi perra. 
    -Es preciosa. A Buky le encanta.
    -Eso parece. Cuando esté en celo la voy a tener que esconder.
    -No ...
    ... sea tan poco afectivo con la perrita. No va a pasar nada.
    -¡A sí! El que se encargará de las crías tendré que ser yo.
    -Bueno. Yo lo ayudo.
    Todo esto fue la conversación con una de mis vecinas que tenía un perrito muy cariñoso con la mía. Estaba bastante buena, la vecina digo, no la perra. Unos años mayor que yo, 5 o 10, o más, no sé. Es difícil saber la edad de las mujeres. Pero estaba muy buena. Muy simpática, de fácil risa, muy buenas tetas, y muy buen culo. Y muy, muy simpática. ¡Qué imaginación la mía! 
    Pero ocurrió. La perrita llegó al momento de estar en celo y el perrito de la vecina no se lo perdió, o eso pensó. La tuve que levantar y llevarla de apuro a la casa.
    -¿Pero por qué hace eso? ¡Tiene que dejar que la naturaleza funcione!
    Eso me dijo la vecina, de quien ni el nombre sabía.
    Y pasaron varios días. Yo cuidando que el perro de la vecina no esté…, haciendo de las suyas…
    -Usted es muy egoísta. No deja que su perrita disfrute de la vida.
    Encima me cargaba.
    -Señora, perdone, no es eso. No puedo ocuparme de las crías.
    -O sea que si no tuvieran crías no se haría problema.
    -La verdad que no. – ¡Cómo rompía las pelotas!- Si fuera sexo y nada más que sexo no me haría problema.
    -Sí, ya veo, como todo hombre.
    -Algo se aprende en la vida.
    -¿El sexo sin problema es la mejor manera?
    -Sin duda.
    -Perdone, no lo tome a mal, pero me llama la atención. ¿Es casado? 
    -Lo fui.
    -¿Se separó?
    -No, falleció.
    -Uy, perdone…, bueno, yo también estoy sola.
    -Y… sí, hace ...
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