1. TIEMPO PASADO


    Fecha: 16/12/2020, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... de ir al grano. ¿Para qué perder tiempo?
    -¿Por qué estás tan lejos? Vení más cerca
    Se levantó y cuando iba a correr la silla para sentarse más cerca, la tomé de la mano.
    -Aquí es mejor. - Y la senté sobre mi falda.
    No opuso ninguna resistencia y cuando la tenía sobre las piernas le bajé el escote y sin dudar le besé las tetas. Le descubrí los pezones y se los besé. ¡Maravillosos!
    Dejamos las copas sobre la mesa y nos besamos. Ambos hurgamos hasta el fondo de nuestras gargantas.
    Volví a besarles los pezones, y ella me acariciaba el cabello.
    -Me gustás mucho. – Bajito pero claro. ¡Me gustó! - ¡Sí, vamos a la cama!
    Nos paramos y me puse atrás, tomándole las tetas, caminando hacia el dormitorio, bien apretado contra ella. Le hacía sentir el choto bien duro contra el culo mientras caminábamos.
    Sin más palabras la comencé a desnudar mientras íbamos hacia la pieza; la blusa, la pollera.
    -¡Oh, me vas a ver muy gorda!
    -¡Nada de eso! ¡No me gusta la carne contra el hueso!
    Antes que pudiera decir nada se sentó en la cama, se descalzó, se sacó la tanga. Ya desnuda, y antes que yo dijera nada, me bajó el pantalón y calzoncillo y se puso a mamar con ansiedad cuando vio el glande, rojo, ya brilloso por el líquido preseminal, chupó la punta, con total solvencia. Yo disfrutaba de la dulce succión que de pronto se convirtió en un mamar violento, con toda la pija dentro de la boca. Sube y baja, sube y baja, se atraganta, pero sigue, comiéndola toda, con la clase de alguien muy ...
    ... experto. 
    -No te apurés demasiado, no quiero acabar tan rápido. 
    -Bueno, dale. 
    Me acosté boca arriba y ella se dispuso a cabalgar. Con su mano guió la pija a la concha – peludita, pero no mucho-, y se enterró hasta el fondo sin dudar.
    -¡Ahhhh…, que lindo, que ganas! – Me encantaba su placer. Se mandó una cabalgata genial. A los 5 segundos estaba en su primer orgasmo.
    -¡Ohhh, que bueno, ohhh, es bárbaro, que ganas! –No dejaba de gemir, gozar, exclamar, quería que todo fuera explícito.- ¡Uy, papito… que bueno, buenísimo! ¡Me vino bárbaro! ¡Y tengo ganas de más! 
    Yo me contenía. Hacia esfuerzos para relajarme y bombear atemperando las ganas de acabar, quería que durara todo lo posible. La puse acostada, boca arriba, levanté sus piernas, contra mis hombros, y se la volví a meter. Así podía bombear cómodamente. Le gustó, era un fuego, otra acabada, dale que dale, así era, una maravilla. ¡Nunca imaginé a que a esta edad encontraría una mujer tan caliente!
    Yo quería probar todo, hasta donde llegaba. La hice dar vuelta, se puso en cuatro y se la volví a clavar. Era un incendio, se movía impresionantemente. Esta mina tenía un montón de experiencia. Luego de un nuevo orgasmo de su parte, volví a ponerme boca arriba. Antes de montarse volvió a mamarla. Me la agarró y se la metió hasta el fondo. Cabalgaba como Buffalo Bill, mientras sus tetas saltaban a lo loco. Yo hacía esfuerzos para no acabar. Quería que ella lo hiciera nuevamente. Sentir sus sacudidas, temblores y gemidos me ...
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