El compadre me encargó a la comadre - Relatos Eróticos

El compadre me encargó a la comadre

... hicieras conmigo-, la pequeña muy segura, me dijo -mi mami me dijo que si usted quería tocarme, yo me dejara-.  Entonces ni lerdo, metí mi mano dentro de su vestido y comencé a tocar sus piernas, le bajé el escote y saqué sus lindas tetitas al aire, le dije que eran preciosas, ella se rio conmigo, al ver eso, tomé con la boca una de sus tetitas y la chupé, deteniéndome en su pezoncito para chuparlo y mamarlo hasta que se puso rígido, luego hice lo mismo con el otro.  Al tiempo mis dedos ya hurgaban dentro de su braguita, y acariciaban sus pequeños labios vaginales.  Ella daba pequeños gemidos, señal que le estaba gustando lo que le hacía.

Luego la tumbé en una de las camas, le abrí sus delgadas piernas y comencé a darle sexo oral en su pequeña rajita,  al poco rato ella daba lindos gemidos de adolescente, le comí su rajita hasta que hice que se corriera en mi boca.  Me subí sobre ella y le llevé hasta la boca mi verga, le dije que la chupara como si fuera un dulce,  ella lo hizo a las mil maravillas, le pregunté si ya lo había hecho antes, me movió la cabeza positivamente.  Luego de un rato recibiendo una rica chupada de verga por Karlita, le pregunté si era virgen ...

... -ella ahora me movió la cabeza negativamente-, sentí un alivio y sin perder tiempo me puse entre sus piernas, puse mi redondo glande entre su rajita y lentamente la fui penetrando, la pequeña Karlita chilló todo el recorrido de mi verga dentro de su rajita, hasta que la tuvo casi toda dentro, entonces me comencé a mover despacio, entrando y saliendo de su rajita, ella cerraba sus ojitos y gemía cada vez que la penetraba.  Asi estuve hasta que ella me arañó los brazos, la pequeña tenía un orgasmo.  Luego aceleré buscando mi propio orgasmo, puse sus pies en mis hombros asi la penetré más profundamente, entre gritos y gemidos de ella y mios llegamos juntos a otra corrida, yo apenas pude sacar mi verga de su rajita y eyacular en su vientre.  

Mi compadre sigue en la carcel, a su familia no le falta nada, ni comida, ni casa, ni estudio.  Solo que me cojo a la comadre dos veces por semana y a Karlita una vez a la semana.   A ambas le gusta hacerlo conmigo, no es forzado.  Ya llevó más de un año con ese ritmo.  Y además la pequeña que se llama Anita, ya da muestras de que su cuerpecito esta cambiando de niña a mujer, de repente también se alinea como su mamá y su hermanita.