1. Un profesor, una alumna y un colegio católico – Parte 5


    Fecha: 28/12/2017, Categorías: Hetero Autor: Xander_racer2014, Fuente: SexoSinTabues

    ... caderas resplandecen en tres dimensiones, pero nos transportan a muchas más. Sus glúteos firmes y erguidos levantan aquella prenda haciendo que se forme un arco alarmantemente sugestivo. Al continuar el ascenso las curvas se cierran abruptamente contorneando una pequeña cintura de guitarra española. Luego vuelven a abrirse desde el blanco de su camisa ajustada, que denota la amplitud de una espalda levemente arqueada hacia atrás. Solo el rojo de la parte trasera de su sostén, marca un contraste con el blanco, al traslucirse tenuemente. Sus brazos se alzan con sus manos abiertas a un sonriente cielo, como implorando al sol su vital energía. Su cabeza apenas levantada para quedar de frente a éste, nos obsequia una esplendorosa cascada de cabellos rubios, lacios, sedosos, que llegan hasta la mitad de su espalda. Ahora cambiamos el ángulo de filmación y nos situamos de frente a ella. Desde sus zapatos vemos como sus pies se levantan hacia sus talones firmemente apoyados en sus tacones, realzando la belleza de sus piernas. Al rebasar los límites de sus calcetines vemos como sus rodillas pequeñas y muy parejas, apenas sobresalen, dejando una línea casi recta que nos lleva hacia sus muslos, plenos de vigor, irradiando tentación. Subimos por su falda, que en su mapa del tesoro es el punto marcado con una X. Ahí es exactamente donde se esconde la más hermosa gema jamás tallada. Las curvas de sus caderas se hacen aún más excitantes de frente, en especial en la delicada confluencia a ...
    ... su fina cintura. La imagen de la guitarra es aún más nítida. Solo Dios sabe cuánto disfruto haciendo sonar cada acorde de ese noble instrumento. Me viene a la mente cada gemido, cada jadeo, cada susurro de su dulce voz cuando está conmigo. Esa es mi música preferida. Nunca desafina una nota. Su corbata azul contrasta con el blanco de su camisa y la atraviesa de arriba a abajo, dividiéndola en dos partes simétricamente iguales. El ajuste en su cuerpo hace que su sostén se trasluzca aún más, transmitiendo excitación pura. Las mangas cortas permiten que sus esbeltos brazos brillen con la luz solar que la acaricia de frente. Sus ojos cerrados para evitar el encandilamiento por la exposición directa a tanto brillo, me hacen pensar que está pidiendo un deseo y mi exaltación al recordar los intensos momentos que vivimos juntos, me aseguran que ese deseo me involucra. Sobre su cabeza, dos trenzas formadas por finos mechones, rodean su contorno craneal y se unen por detrás, coronando el resto de su seductora melena, que brilla como toda ella. Realmente su presencia le hace un gran favor al astro rey, que parece feliz por el hermoso destino que llevan sus rayos. Cómo me hubiese encantado pararme detrás de ella y tomando sus manos, emular a Leo Di Caprio en Titanic, gritando “I am the king of the World!”… pero eso solo era posible en el terreno de las fantasías que mi dulce Cecilia araba, sembraba, regaba y cosechaba. Ella surtía todos esos efectos en mí. Erradicó la aridez de mi ser, ...
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