1. Un profesor, una alumna y un colegio católico – Parte 5


    Fecha: 28/12/2017, Categorías: Hetero Autor: Xander_racer2014, Fuente: SexoSinTabues

    ... inconcebible afrenta a la naturaleza de la imponente sensualidad de aquella princesa maniatada, a merced de mis instintos más pervertidos y completamente desinhibidos, ante la presencia de su subyugante belleza. Mi lengua recorre todo su cuerpo sin la menor prisa y a medida que va humedeciendo su exquisita piel, el reflejo de las flamas inquietas me muestran el brillo que va dejando, como un camino de hormigas que se abre paso en la pradera. Su respiración es el único movimiento carnal que experimenta y yo me alimento de él, en todo el recorrido de mis labios sobre ella. En los montes de sus senos cada segundo es un tesoro. Contornear sus rosadas aureolas es un deleite sencillamente indescriptible. Tendría que inventar palabras. Atrapar sus pezones y sentirlos erigir entre mis labios provoca intensos gemidos de mi Cecilia. Dulces, profundos, únicos como ella misma. Intento no apurarla. La tarde nos pertenece y merecemos disfrutarla al máximo. A medida que todo su cuerpo está sensiblemente entregado a mi tacto, monto sus pechos para que mi miembro se regocije en la suavidad que solo esa escultura viviente le puede transmitir. Dos calurosas masas de la más excitante energía sexual me atrapan por completo. Gozar no es una opción. Es una imposición inapelable. Me cuesta creer que tanto placer sea posible. Cecilia menea suavemente su cabeza y su lengua se asoma tímidamente, recorriendo sus labios, humedeciéndolos y pidiendo lo que yo sé muy bien que desea. Avanzo con mi pene sin ...
    ... que se despegue de su piel ni por un instante y empiezo a rozar su cuello. Hacia delante y hacia atrás… hacia uno y otro costado. En un ladeo de su rostro subo por su mejilla. La humedad que va dejando en su cara le hace saber que mi piel está estirada y mi glande está libre. Lentamente lo dirijo hacia la comisura de sus labios y como si tuviera un efecto magnético, su lengua se dirige al anhelado encuentro. Cuando llego a ella, Cecilia abre suavemente su boca y a tientas lo busca, hasta encontrarlo. Lo recorre con toda la fuerza de sus deseos y me esfuerzo por contenerme para retrasar mi eyaculación. Quiero prolongar el instante mágico. Conjuro mis poderes, si es que tengo alguno y suavemente avanzo, penetrando su boca… mi manantial de vida. Siento un leve roce de sus dientes, que dura tan solo el instante en que ella asume que la estoy penetrando y termina su apertura… lo recibe dentro. Su mejilla se abulta, sus labios me atrapan, su lengua me extrae del podrido mundo cotidiano, que ahora queda a miles de kilómetros de las sensaciones que ella me proporciona. Las convulsiones en mi miembro me recuerdan que no aguanto más. Es demasiada felicidad para que un simple hombre pueda soportarla. Paso mi mano izquierda por detrás de su cabeza y suavemente la guío hacia mí… la subo un poco. No quiero que el derrame de mi esperma la sorprenda en posición horizontal. Cecilia se prepara… me presiente. Exploto en su interior. Sus gemidos a boca llena resuenan como una ovación que aprueba ...
«1...3456»