CAMBIO RADICAL DE MI PRIMA KARINA - Relatos Eróticos

CAMBIO RADICAL DE MI PRIMA KARINA

... se detiene y yo por inercia lo hago también, pero no levanto la vista, hasta que lejanamente oigo mi nombre, entonces levanto la vista y veo a los ojos a mi tía quien sonríe, se da vuelta, vuelvo a bajar la mirada y noto que por encima de sus vestido color melón se marca su pubis y la raya de su coño.
-¿Qué tanto me miras mi niño?- Me pregunta muy cariñosa y con una sonrisa de complicidad y sospresa. 
Se ha dado cuenta, sus ojos miran el bulto que hay en mi pantalón, pero no dice nada.
Mi excitación me hace hablar sin pensar que es mi tía. -¡Que hermosa esta tía!- 
-¡Gracias sobrino! Me halagas. Pero ¿Qué tanto me miras?- Me pregunta sin molestarse pero intrigada al ver que bajo la vista y la clavo en su coño.
-Tiene unas her…….- En eso llega Karina ahí con nosotros, por lo que no termino de decirle a mi tía lo hermosas que están sus nalgas.
Un conjunto de short holgado de algodón color rosa con una blusita de tirantes es lo que viste Karina, no trae brassier ya que sus pequeños pezones puntiagudos resaltan debajo de su blusa. Después de unos minutos cenamos y charlamos de diferentes cosas. Mi tía mostrándose muy cariñosa con su sobrino y mi prima por igual, alabándome, diciendo la envidia que era entre sus amigas y lo segura que se sentía conmigo de regreso de la escuela. Terminamos de cenar y nos sentamos en la sala a ver una novela que le gustaba a mi tía. Ya iba a la mitad de la novela cuando mi tía se dio cuenta de la hora que era, por lo que me pidió que me ...

... quedara a pasar la noche ahí con ellas. Sin más mi tía les hablo por teléfono a mis padres y le dijo que ahí pasaría la noche, lo que aceptaron sin problema mis padres.
Ya terminada la novela, mi tía se fue a bañar, dejándonos solos, lo cual aprovechamos enseguida, subiéndose mi prima a mis piernas para luego fundirnos en un apasionado beso, donde pude meter mis manos debajo de su blusa y acariciar sus ricas tetas, sacándoselas, para también chuparlas y lamerlas, apenas iba metiendo mis manos entre su short cuando oímos que regresaba mi tía ya después de bañarse, por lo que nos separamos rápidamente. Si de por sí ya estaba excitado con la caldeada con mi prima, cuando vi a mi tía, sentí que me reventaba la verga entre mi pantalón. Traía mí tía una bata de algodón blanca con estampado de flores, de manguitas abombadas, pero que hacían resaltas sus ricas y grandes tetas, no traía brassier y sus pezones lo anunciaban. 
No era necesario ver debajo de su bata para distinguir el tipo de pantaleta que traía y el color, era rosa, de encaje y marcaba la raya de su coño. El vientre de mi tía era plano, su pubis sobresalía y eso delataba su coño…era hermoso. Era imposible no clavar la vista ahí y mi tía lo noto y solo me sonrió y discretamente se dio la vuelta para lucir su hermoso cuerpo. Parecía ya no haber sorpresa en su mirar, sino ahora deseo, deseo de algo. De no haber estado ahí mi prima, me le hubiera lanzado a mi tía para cogerla.
Simulamos platicar Karina y yo, por lo que mi tía ...