CAMBIO RADICAL DE MI PRIMA KARINA
Fecha: 01/01/2021,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: CARLO69, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... su boca y comienza a chupármela.
–Ándale primita, chúpamela.- Le ordeno y ella obedece.
Me la chupa con fuerza mientras la sujeto de su cabeza y sin avisarle me vengo dentro de su boca, ella quiere separarse, pero no la dejo.
-No primita, sigue, chúpamela y tomate mi leche. Ándale Karina, chúpamela primita.- Le digo y ella sigue chupándomela ya sin oponer resistencia, hasta tomarse la última descarga. Entonces suelto su cabeza y levanta la mirada.
-Que rico primita, que rico la chupas.- Le digo.
Ella me mira y me sonríe, se levanta y se dirige al baño mientras me recuesto sobre su cama para reposar así con la verga al aire. Unos minutos después sale ella y me mira sonriendo, se puso frente a mí su pantaleta y short, yo mi trusa y pantalón, nos dirigidos a la sala, apagando las luces a nuestro paso. Nos recostamos en el sillón cama, enseguida nos abrazamos y besamos, acariciando mutuamente nuestros cuerpos con cariño.
Luego de un rato decidí quitarme el pantalón para estar más cómodo, poniéndolo a un lado del sillón. Karina se quitó su short, quedándose solo en pantaleta y blusa, riendo como una niña traviesa, para terminar durmiendo así abrazados, con el riesgo de que mi tía por la mañana nos encontrara así, pero bueno.
Con todas las luces apagadas, no sé qué hora serian cuando las caricias de una cálida mano dentro de mí trusa me despertaron. Su tierno cuerpo estaba abrazado al mío, sus labios besaban mi mejilla y hombro, mientras suaves gemidos murmuraban mi ...
... oído.
-¡Hola primita!- Le salude en voz baja, su contestación fue otro gemido y largo suspiro.
-Ven, cógeme de nuevo primito, quiero más.- Me dijo.
Su cálida mano tenía ya dura mi verga, lista para cogerla de nuevo. Baje mi mano izquierda y la metí en su pantaleta hasta su pepita, la cual ya estaba mojada y caliente. Mientras Karina con su mano hizo el intento de bajar mi trusa, entonces le ayude y me la baje hasta los talones.
-¡Ven primita, ven, móntate!- Le dije, soltó mí verga y se quitó su pantaleta.
Se subió sobre mí, acomodando una pierna a cada lado de mis caderas con sus rodillas dobladas, agarró mi verga con su mano derecha y la dirigió a la entrada de su empapada vagina, sentándose sobre ella despacio, enterrándosela toda, apoyo sus manos sobre mi pecho y comenzó a subir y bajar, cabalgándome poco a poco.
Suspiraba y gemía despacio mi ansiosa primita mientras poco a poco me cabalgaba con más fuerza. Sentía como golpeaban sus duras nalgas mis muslos. Subí mis manos y acaricie sus tetas por debajo de su blusa. Apreté con suavidad sus pezones y los pellizqué, luego masajee sus senos a placer. Sus gemidos subían de tono y el riesgo de que despertara mi tía era alto. Luego de un rato de furiosa cabalgadura, cansada postro su pecho sobre el mío, nos besamos con lujuria y desesperación. La gire sobre la cama, separó sus piernas y me acomode entre medio de ellas, agarré mi verga y se la centre en su vagina y de un solo empujón se la metí toda, metiéndosela y sacándosela ...