CAMBIO RADICAL DE MI PRIMA KARINA - Relatos Eróticos

CAMBIO RADICAL DE MI PRIMA KARINA

... la luz del sol atravesaba las cortinas. Me puse el pantalón y fui a la cocina por agua, al entrar me encuentro de espaldas a mi tía, que se notaba se había bañado, tenía el pelo mojado y vestía un conjunto de pantaleta verde agua y brassier. Sus nalgas lucían hermosas, firmes y bien delineadas sobre sus firmes y gruesos muslos. Se gira y al verme se sobresaltó, tartamudeo su saludo de buenos días con una sonrisa. 
-¡Hay, se me olvido que te habías quedado a dormir aquí!- Me dice entre titubeos pero sin taparse.
Mis ojos no se contuvieron y recorrieron aquel maduro pero bien cuidado y exquisito cuerpo de mi tía. Su coño se marcaba perfectamente entre su ajustada pantaleta, un coño que se notaba bien cuidado y depilado. Sus tetas redondas y macizas apenas contenidas por un brassier de media copa y encaje llamaban con fuerza la atención de mis ojos. El bello cuerpo y semì desnudo de mi tía me excito, mi verga estaba dura entre mi pantalón y se notaba, ya que mi tía bajo su mirada y la fijó ahí en el bulto de mi pantalón. Durante unos segundos cada uno se deleitó con el cuerpo del otro, ninguno decía nada, hasta que las alteradas hormonas de mi juventud, hablaron por mí.
-¡Que hermosas tetas tiene tía!- Le dije sin pensar en su probable enojo – ¡Que sabrosa se ve!-.
-¡Gracias mi niño!- Me contesto con una sonrisa nerviosa e hiso una pequeña reverencia, sin tratar por cubrirse. 
Luego se giró tratando de actuar como si nada, pero al hacerlo, golpea y tira una cuchara que ...

... estaba sobre una barra, se inclina de espaldas a mí, doblando un poco sus rodillas para levantarla. Me “trato” de acomedir para levantarla, pero al acercarme, mi tía gira un poco sus caderas hacia su lado derecho, justo por donde iba a pasar y mis caderas chocan contra las de ella, metiéndose el bulto de mi pantalón entre sus ricas nalgas. Cerca estuve de tirar a mi tía, pero la alcanzo a agarrar de sus caderas y la jalo hacia mí, presionándola con más fuerza. Bastaron dos, tres segundos así, para que mi excitación aumentara, la verga se me pusiera aún más dura y esta palpitara entre las nalgas de mi tía quien no dijo nada, solo se incorporó, suspiro y respiro suave mientras echaba un poco su espalda hacia atrás, bajo la mirada y pidió disculpas, retirándose de ahí. Me quede parado unos segundos, respire profundo, tome agua y me regrese a la sala, donde aún dormía Karina, quien al sentirme, me abrazo con fuerza y me quede ahí con ella. Un buen rato más tarde vi a mi tía bajar hacia la cocina con un vestido azul marino, sin mangas y a medio muslo, se veía hermosa. Ya en la hora del almuerzo que compartimos los tres, Karina comenta “Que bueno que no te levantaste temprano, porque tal vez hasta te encuentras a mi mami en calzones, porque así acostumbra a levantarse”. Nos reímos, solo que mi tía se puso de mil colores.
Antes de irme a mi casa, mi tía me pidió que si podía pasar en la tarde cuando saliera de la escuela, para que le ayudara en unas cosas, le dije que sí, que no había ...