1. Mi tío el negro


    Fecha: 02/01/2021, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Nino McPhee, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... gusta la herramienta de tu tío?
    - Si
    - Esoo, dime que sii.. quieres que te lo meta más?
    - Si
    - Te gusta como entra mi herramienta en tu hoyito? Ooh lo tienes muy caliente adentro. Te calienta tu tío Juan?
    - Si tío 
    - Eso, mueve para atrás tu colita. Eso, asii, qué caliente tu culitooo.
    
    Volvió a dejar caer mucha saliva sobre lo que quedaba de su verga fuera de mi culo, cuando ya la mayor parte estaba pulsando dentro mío. Cuando logró ensalivarla más, volvió a decir:
    
    - Sigue apretando y soltando.
    
    Le hice caso. El tío sabía muy bien lo que hacía. Obedecí todas sus instrucciones mientras el aumentaba de velocidad. Volvió a apuntar el grifo sobre nuestros cuerpos. Era un animal y yo le estaba dejando abrirme libremente a su ritmo, ambos gimiendo como bestias. Él quiso salir de mi culo y yo lo presioné con mi cuerpo contra la pared. Seguimos moviéndonos a ratos con furia y otros lento frotándonos sin despegarnos.
    
    Luego de largo rato de metidas de verga y culazos, me dijo:
    
    - Me vas a hacer correrme. Aah.. esooo asiii... Te quiero preñar para que la primera sea importante.. ooh asii... te preño, palito? Te preño?
    
    Me sentía a full. Y sólo atiné a moverme con más fuerza cuando le siento agarrarme bruscamente de la cadera, empujarme hacia abajo y poniéndose él casi empinando los pies, me sacó la verga rápido y volvió a meterla de golpe.. otra vez.. y otra.. cada nueva metida venía más dura y golpeada... la última dejó su verga dentro mío. Sentí su pene palpitar ...
    ... de nuevo y un calor nuevo dentro mío. El sonido de su semen al movernos sin despegarnos me calentaba aún más. Su verga seguía dura.
    Me tomó contra él y rodeándome con su brazo comenzó a hacerme una paja. Yo puse mis manos hacia atrás y me agarré de sus piernas gruesas y peludas.
    Lo sentí detenerse, todavía sin sacar su pene de mi interior. Caminó hacia un costado conmigo ensartado en su verga. Tomó su trusa, la misma que había iniciado esta calentura y me la puso en la cara con fuerza con una mano y con la otra siguió corriéndome una paja hasta hacerme acabar. Ya no fueron gemidos sino bramidos. Mientras me corría, apreté mi culo varias veces y eso le hizo también a él bramar conmigo. 
    Nos pusimos directo bajo el agua de la regadera y sacó lentamente su pene de mi culo con un quejido de ambos cuando ya logramos despegarnos.
    
    Descolgó la regadera y la llevó a mi culo y me mojó con cuidado mientras con sus dedos quitaba el semen que quedaba entre mis nalgas, mientras yo seguía apoyado con mis manos en la pared frente a mi. Me lavó y sentí como metía su dedo nuevamente en mi un par de veces, colgó otra vez la regadera, me besó apretado el cuello, me dió una nalgada diciendo:
    
    - Termina de bañarte para que cenemos con tus viejos. Guarda el secreto, palito.
    
    Salió con total naturalidad del baño. Me quedé allí otro rato pensando en lo que acababa de experimentar. Ya nada sería igual con el tío Juan de ahí en adelante. Él me hizo descubrir la lujuria ese día, pero había más ...
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