Mi tío el negro - la pieza de visitas
Fecha: 03/01/2021,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Nino McPhee, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... pie, sonriente y vino a darme un abrazo fuerte y exagerado que me sacó un quejido extraño y algo ridículo cuando me apretó y golpeó la espalda. Me besó la mejilla y volvió a su asiento. Mi madre acotó:
- A falta de dos borrachos, llega un tercero. Qué horas son estas de llegar, Pablo?
Antes de decir palabra, mi tío interrumpió:
- No te enojes con él! Está en toda la edad de salir, enfiestarse, conocer chiquillas bonitas y llevárselas por ahí. Si o no, palito?
Mi padre también agregó lo suyo:
- No, mi palito chico todavía no anda en esos pasos. No es como tú, juanito... que llegabas al día siguiente por irte de farra. Hijo, siéntate y abre una cerveza con nosotros
Mi madre se mostró algo molesta por la escena y avisó que se iría a dormir.
- Yo no voy a andar levantando borrachos a esta hora. Buenas noches. Juan, tú duermes arriba donde siempre. Hay uno que va a dormir en los sillones si llega muy borracho a la cama eso si. Pali, le hiciste la cama a tu tío?
- No, subí las sábanas y las dejé encima de la cama
- Bueno, uds ven cómo se las arreglan, yo no voy a subir a esta hora. Ahora sí, buenas noches.
Mi tío se reía por los comentarios de mi madre. Yo tomé una cerveza del refrigerador y me senté con ellos.
A ratos, mi tío me miraba riéndose muy fijamente. Mi padre estaba muy ebrio para notarlo y yo muy caliente para ignorarlo, pero también nervioso de estar frente a mi papá en esta situación. Entonces la conversación continuó:
Papá: Palito, tú ...
... sabías que este cabrón le decían el potro en el barrio donde vivíamos? No dejaba chiquilla sin pasar por él.
Tío: Ya, ya... hablador. Te recuerdo que tú eras de los mismos, sólo que te casaste joven. A tí igual te tenían un apodo, pero no lo voy a decir delante de tu hijo
Papá: Y dilooo, me da lo mismo -Mi padre ya empezaba a soltarse como borracho que estaba- Eras tú el que tenía el galpón para...
Tío: Ya, no, dejémoslo ahí no más. Me voy a ir a acostar mejor. Salgo a primera hora para el sur. Y qué hora es ya?
Cuando mi padre intentó ponerse de pié, perdió el equilibrio y terminó afirmado en mí unos segundos. Mi padre balbuceaba. Entre eso, mi tío me queda otra vez mirando fijo y me levanta ambas cejas y me guiña un ojo. Yo me puse colorado. La escena era algo bochornosa. Lejos de la imagen mental que había imaginado en mi mente durante la mañana. Ayudé a mi padre a estabilizarse. Mi tío lo tomó de un brazo y yo del otro. Lo llevamos hasta su habitación, pero mi madre había cumplido con su amenaza: se había encerrado para no dejar a mi padre dormir con ella en esas condiciones.
Tío: No lo podemos dejar en los sillones en estas condiciones. Llevémoslo a la pieza de arriba que duerma conmigo.
Yo: No va a poder subir la escalera
Papá: Déjenme aquii no más
Yo: Papá, vas a dormir en mi cama, yo me quedo en los sillones.
Así lo hicimos. Llevamos a mi padre a mi pieza. Mi tío le quitó los zapatos, yo le quité el pantalón, le desabotonamos la camisa y lo metimos a ...