Mi tío el negro - la pieza de visitas
Fecha: 03/01/2021,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Nino McPhee, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... partes y eso me calentaba muchísimo.
De pronto dejó escuché su bragueta. Con la mano libre comenzaba a quitarse el pantalón, quedando en ropa interior holgada de color blanco. Se puso de pie y de los hombros me empujó abajo hasta arrodillarme. Tomó mi cabeza y la hundió en su ropa interior. Olí profundo su entrepierna por todos lados. Mordí su verga erecta sobre la ropa hasta chuparla. Lo miré hacia arriba y noté que había echado su cabeza hacia atrás. Eso me calentó mucho y me dió la confianza para hacer más.
Le bajé la ropa y metí sus huevos en mi boca, tal como él lo había hecho. Primero uno, luego el otro... luego ambos. Eran grandes y peludos... el tío comenzaba a mover su cadera como quien está en pleno coito. Se hizo hacia atrás y tomándome de la nuca me acercó su verga a la cara, la tomó y la golpeó varias veces en mi rostro. Qué sensación más morbosa! Yo tenía mis manos en sus piernas. Luego me volvió a mirar fijo. Metió su dedo pulgar en mi boca y yo lo chupé desesperadamente. Él jadeaba en voz baja. Saber que mis padres estaban en casa era aún más nervios para mí, pero a la vez me calentaba sentir lo prohibido que estábamos haciendo.
Sacó su dedo, agarró su verga y puso la punta en mi boca. Yo ansiaba comérmela, pero él tomó el tiempo de pasarla por mis labios varias veces. El líquido de su cabeza me lubricó como un labial. El tío ya no estaba sonriente, estaba serio y caliente. Yo me sentía en las nubes. De pronto, abrí mi boca esperando que metiera su ...
... pene, él comprendió mis ganas y así lo hizo. Soltó mi cabeza y puso sus manos manos en su cabeza, dejándome plena libertad para mamarle. Yo puse mis manos en su culo peludo para afirmarme y tocarlo. Él se mantenía de pié y yo de rodillas. Comencé a empujar su culo para acelerar el ritmo, lo que pareció gustarle aún más.
Estábamos ambos disfrutando de aquello. El tío comenzó a hacer espamos de quien va a correrse. Yo apreté los labios y aprisioné su cabeza con mi garganta. Él tuvo la intención de retirarse, pero agarré su culo y lo empujé dentro de mi boca. Pude verle cerrar los ojos y apretar su rostro mientras con sus manos agarraba mi cabeza, embistiéndome la boca y correrse dentro de ella. Yo no quería tragar su semen. Pese a todo, era nuevo para mí y no supe qué hacer. Lo mantuve en mi boca. Sentí su sabor, su espesor. El tío me puso de pie, agarró con mucha fuerza mi cara y se fundió en un beso conmigo. Yo ni siquiera cerré los ojos, sólo disfruté ver como el morbo lo tenia poseído. Me metió la lengua y chupó su propio semen desde mi boca. Le respondí el beso apasionadamente. Ambos con las bocas abiertas, chupando la lengua del otro, primero él, luego yo. Terminamos dándonos lenguetazos en la boca. Yo tomé su pene ya en reposo y me arrodillé a terminar de besarlo y chupar los restos de semen que quedaban en él. Luego besé otra vez a mi tío. Así varias veces hasta que no quedó nada.
Mi tío se echó en la cama y me dijo:
- Te quedas a dormir conmigo?
- No tío, es ...