Mis deseos prohibidos 9. Primera vez. Parte 9 - Relatos Eróticos

Mis deseos prohibidos 9. Primera vez. Parte 9

... violento, con toda su verga dura entera hasta el donde de mi cuerpesito, y yo me sentí una hembra salvaje en celo, me sostenía de la cadera, de la espalda, de mis nalgas, a ratos me sostenía los brazos, luego me empujaba la cabeza, me agarraba del cuello, y su verga no dejo de taladrarme ni un segundo, mi vagina estaba más llena que nunca, abierta al máximo, empujada hasta el fondo, me estaba partiendo, sentía que me quería matar de sexo y me estaba fascinado; la fuerza de las embestidas me empujaban contra la cama y la cabecera y me sostuvo de la misma para resistir, mi hombre me azotaba el útero con su trozo de macho, movía sus caderas no se como que sentí su verga entrar en tantos ángulos que me hacían sentir tantas cosas, estaba tan embriagada por el placer que no me dan cuenta en esos momentos lo fuerte que gemía y gritaba ¡!¡!¡! Sentí mi útero y toda mo vagina comenzar a contraerse, mi orgasmo vino de repente y con tanta y tanta fuerza que sentí el impulso de retirarme, ¡pero el me sostuvo de la cadera para enterrarme su verga hasta que sus bolas chocaran con mi cuerpo! ¡sentí la explosión de jugos dentro de mo y sentí como salían con fuerza y en ese momento saco su verga para ensartarme de nuevo un par de veces y sólo dejar salir mis chorros! ¡carajo! ¡como pude yo a esa edad, sentir tanto placer y tener orgasmos tan intensos que me hicieran eyacular! Y ahora es más pero siento que era mucho para mi edad. Y aunque sea ridículo, tanto placer no sólo me hizo gemir, ...

... gritar y eyacular, también hizo salir de mis ojos lágrimas, lágrimas de felicidad, lágrimas de una lujuria satisfecha. Sentí que mi vagina apretaba con fuerza su verga, sentí su verga hincharse aún más y sentí algo caliente dentro de mi, algo que me hacía sentir caliente mis entrañas, que las bañaba, su rico semen sin duda ....   cuando quiso salir de mi lo detuve, nos dejamos caer de cucharita y así nos quedamos, con sus manos acariciando mi cuerpo, mis tetitas, sus besos en mi cara y mi cuello, y si verga aún algo firme dentro de mi, muriendo dentro, dejándome hasta la última hora de su leche en mi vagina, en un orgasmo que disminuía pero no acababa y que con cada beso parecía extenderse unos minutos más. Me quedé dormida, profundamente. 

No se cuanto tiempo dudamos teniendo sexo, tal vez por el placer me pareció eterno pero estoy segura por todo lo que hicimos que no fue poco, y sobreviví. Jajaja. No se tampoco cuanto dormí pero no fue mucho, creo que más bien me desmayé unos minutos y fue que durmiera, sea como sea fue de placer. Entonces nos calmamos la intensa sed con las copas burbujeantes y heladas que había servido mi hombre. Tomamos varias mientras platicabamos lo rico que estuvo, lo que más disfrutó de mi y yo de el, lo que podríamos hacer después, que debíamos planear todo para pasarnos todo un día cogiendo, etc. Me levanté para vestirme pues ya era demasiado tarde, mi mamá seguro vendría a buscarme, aún con las piernas un poco temblorosas terminé de vestirme y salí ...