1. El bosque encantado 2


    Fecha: 15/01/2021, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... es, no estoy seguro de haber aceptado.
    -Vamos, vamos, basta de elogios o justificativos. Vamos a cenar. 
    A mi lado se sentó Ariadna y enfrente, del otro lado de la mesa, tenía el espectáculo que no me iba dejar cenar tranquilo. ¡SÍÍÍ! ¡A ella quisiera comer!
    Traté de ser discreto con la comida, sin ofender. No sabía lo que pasaría. No quería forzar la digestión.
    Dos por tres, Ariadna, como al pasar, me rosaba la mano acariciando suavemente, y Stella, que observaba, sonreía tan pícara como Ariadna. Yo trataba de estar sobrio, por lo menos para saber qué hacer. Me llamaba la atención que Ariadna tomara bastante más de lo  que es común entre las jóvenes.
    Stella  seguía mi juego. Cuando yo tomaba ella lo hacía. Parecía que tampoco quería dejar de estar sobria. 
    Entre Stella a mi frente, luciendo el escote donde el canalillo se veía genial para una cubana, y Ariadna, que acariciaba con su pierna la mía…, y a veces su mano sobre mi entrepierna, yo estaba absolutamente al palo. No me importaba que se diera cuenta la nena, ella ya lo había visto muchas veces, pero no quería que algo pasara para que la mamá se levantara y venga hacia mí… 
    Una hermosa cena, riquísimo postre, “que hizo la nena” según Stella, una grata sobremesa, y dos hermosísimas mujeres. Hablamos del barrio, de la actualidad, de la “belleza del arte”, que llevaba permanentemente hacía ellas dos, lo “mejor del arte”.
    Y fue cuando Ariadna le dijo a la mamá -y también a mí- “me voy a dormir, parece que no estoy ...
    ... muy práctica para el vino”.
    -Chica viciosa. - Se reía la mamá.- Menos vino para estar despierta…
    -No importa, en media hora ya estoy fresca.
    -¡Jajaja! No te despiertas hasta mañana.
    -¡No se aburran sin mí!
    -No te preocupes. - Stella parecía muy segura.
    	Yo estaba muy intrigado; Stella me parecía demasiado joven para tener una hija de 25, lo que yo creía…
    -Seño…, perdón, Stella, su hija es encantadora.
    -Si lo es. Traté de enseñarle todo lo que sea necesario para tener una vida alegre y sin problemas, que se divierta todo lo que quiera, pero que no se arruine la juventud…
    -Me parece bien, pero por cómo es, ha pasado muy bien sus años de juventud.
    -Todavía le falta. No quisiera que nadie se aproveche de mi niña.
    -Bueno, me parece que ya no es tan niña.
    -¡Dany, tiene sólo 19! - ¡Diecinueve! Me parece de 25 por su madurez… y como coge! - Fui mamá con 15 años.
    ¡15 años! De sorpresa en sorpresa.
    -Pero no piense que alguien me violó o cosa así. Fue mi marido, amigo de mi familia, en realidad de mi padre. Me enamoré en cuanto lo conocí y… bueno, hice lo imposible por seducirlo. Cuando nació Ariadna no dudó en casarse… pero falleció cuando la nena tenía 4, así que ya ves, la crié sola.
    Me tuteba
    -O sea… hago cuentas… vos son una nena: solamente 34!
    -¡Jajaja! ¡No tan nena!
    -¡Mamá y nena hermanitas! ¡Y hermosas! El sueño de todo…  - No lo dije.
    -Hombre decís ¿no? – Stella sonreía plácidamente. - Por eso le enseñé todo lo que pude aprender en estos años, TODO, no quiero ...
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