1. El bosque encantado 2


    Fecha: 15/01/2021, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... no? Sí el bosque de Ariadna es como es, te imaginás como sería el mío. Ni con un “misil carne-carne”, alguien encontraría mi concha.
    -¡Jajaja! - Nuevas risas y alegría total, sobre todo cuando, sin la menor duda, puse mi cabeza entre sus piernas y lamí sus labios externos e internos hasta llegar al clítoris, bastante más grande que el de Ariadna. Lo tuve entre mis labios y tiré…, lo lamí con la lengua para arriba, para abajo… y Stella lanzó un gemido.
    -¡Hay tesoro! ¡Me viene! ¡Acabo! ¡Qué lindo! ¡AAAAAHHHHH! 
    Y me bañó el rostro.  
    Me tomó de la cabeza.
    -Escúchame tesoro. ¿Te voy a tener que desnudar? Dale, parate, te saco la ropa.
    -Está bien, te ayudo. - Me saqué la camisa mientras ella aflojaba el cinto y bajaba el pantalón. Estaba al borde de romper el bóxer… 
    -¡Uy dio! ¡Lo que es esto! – Stella reía. Me bajó el bóxer y se prendió a la pija. ¡Una mamada genial! Sin la menor duda Ariadna había aprendido de ella. Casi toda adentro hasta que me sintió temblar.
    -Aguantate. Quiero que me acabés en la concha. Dale. – Me soltó. - ¿Cómo querés que me ponga? 
    -De espalda y levantá las piernas. Así te veo el rostro, tus ojos, los labios, y además puedo acariciarte las tetas…
    -Sí, sí, a mí también me gusta mucho. Y puedo mirarte el rostro mientras me cogés.
    Ya la tenía dentro y estaba bombeando suavemente. No era ni muy apretada ni muy floja. Estaba a punto y jugosa. 
    -Te siento. Temblás. ¿Te viene?
    -Si, así. ¿Te acabo adentro?
    -Sin problemas. Dale.
    -Entonces… ...
    ... ¡VAAAAAA! - ¡Una eyaculación del paraíso!
    -¡Jajaja! ¡Ariadna tiene razón! ¡Sos magnífico!
    -Pero flojón, preciosa. Estoy muerto. Entre la comida, la bebida y vos…, no doy más.
    -No importa. Dormimos juntos. ¿Querés?
    -Sí, claro.
    	Stella me tomó en sus brazos, apoyando sus tetas contra mi espalda. Una cucharita al revés. Ella tras mío. Una mano me abrazaba, la otra me acariciaba la pija y los huevos. Yo no daba más… y me dormí.
    No sé el tiempo que pasó, ni si era de noche o de día,  cuando tuve alguna reacción de estar vivo, me encontraba de espalda. Sentía algo raro. No lograba despabilarme. No sabía si dormía o soñaba. Alguien o algo andaba con mis genitales. Me relajé y traté de acomodarme a la realidad, si es que la había.
    De pronto me di cuenta que no estaba soñando. Sí, alguien andaba con mis genitales. Abrí levemente los ojos. Pretendía mirar sin ser visto. Y las ví.
    A mi izquierda estaba Ariadna acostada chupándome los huevos. A mi derecha Stella, besándome el glande. Me quedé quieto. Quería sentirlas. ¡Divino! Sentí como poco a poco el choto adquiría dureza y dimensión. Lo sentía. Estaba en la boca de alguna de las dos. Mamá y nena. ¡Qué dúo, Dios!
    Cuando sentí que estaba totalmente empalado me “desperté”. 
    -Hola chicas ¿jugando?
    -¡Jajaja! No ibas seguir durmiendo eternamente. Nosotras no lo queremos. Dale nena, subite.
    Stella se levantó y vino hacia mi cabeza. Ariadna se sentó rápidamente sobre mí, metiéndose la pija hasta el fondo, y Stella se sentó, apoyándose ...