Todo va mejor 2 - Relatos Eróticos

Todo va mejor 2

... sentí que me venía se la saqué y ella rápidamente se bajó del tablón y se arrodilló a mi frente con el choto totalmente en la boca. No tardó nada. La eyaculación fue rápida y cómoda. Sarita se tragó todo.
-¡Es riquísima papito! ¡Me gustó mucho, muchísimo! ¡Con razón Tuky siempre está tan contenta!
-Pero yo me quedé con las ganas de tus jugos.
-¡No, qué va! ¡Dale chupá! 
Se acomodó rápidamente sobre los tablones abriendo bien las piernas. Me agaché y metí la lengua entre sus labios, buscando el clítoris. Sentía sus vellitos en mi cara. Parecía que tuviera más que Tuky pero eran igual de suaves. Cuando encontré el clítoris, era un poquito más grande que el de Tuky. Lo apreté con mis labios, lo lengüeteé para todos lados y Sarita no aguantó mucho. Pronto otro orgasmo me bañó la cara.
-¡Fue riquísimo! – Todo verdad, sabrosa como Tuky.
-¡Me gustó mucho, mucho! Es lindo todo lo que hacés, todo muy lindo.
-Me alegro que te guste.
-Pero falta algo…
-¿Qué? 
-No me chupaste los pezones.
-Es que no los puedo ver.
-Bueno, los sentís.
Se desabrochó la blusa y me llevó las manos a las tetas. ¡Estaban buenísimas! ¡Duras y paradas! Sin dudar me puse a chupar, besar y lamer.
-¡Uy dio! ¿Cómo hacés para que todo sea tan lindo?
-Es el comienzo.
-¿Vendrás otra vez conmigo?
-¿Sabés lo que me gustaría? – Me tiré un lance de caballero inglés. - Es verte desnuda junto a Tuky en una cama. ¡Eso me volvería loco! 
-¡Uy dio! Eso es lindo. ¿En tu casa no se puede?
-No. Siempre está ...

... mi mamá.
-Veré como hago. Te aviso…, o le aviso a Tuky. ¿Sí?
-¡Sería buenísimo!
En la próxima semana no pasó nada. Bueno…,  es un decir…, nada nuevo. Fuimos al lavadero y a la salida me encontré “casualmente” con Sara a la vuelta de la esquina. Fuimos nuevamente al parque. Tendría que avisar a la escuela que por “razones de trabajo” los miércoles llegaría tarde. No creo que le importaría a alguien. 
Así fue durante tres semanas. Al fin llegó lo que esperaba. Ese miércoles fui como siempre a la de Tuky, y lo primero que me dijo, luego del chupón de recibo, fue que el viernes podríamos ir a lo de Sara.
-¿Este viernes?
-Sí, pasado mañana.
-¿Y por qué?
-Me dijo Sarita que el viernes sus papás se van al teatro y no vuelven hasta las diez, más o menos.
De la alegría, las chupadas y mamadas del día fueron espectaculares. Dos veces acabé en la boquita de Tuky y ella como cuatro o cinco orgasmos más, con mis caricias y chupadas. De cualquier manera sabía que a la salida seguro me encontraba con Sarita.
-¿Dónde es la casa? 
-Me dijo que te la mostró, aquí a la vuelta. 
-Sí, pero no me fijé. - En ese momento estaba pendiente de ir al parque. Ni me fijé.
-Dale, ¿eh? El viernes a las siete. ¿Te parece?
-Sí, cualquier hora es buena. - Tendría que avisar que el viernes no iba a clases.
Y tal cual lo pensado, me encontré con Sarita a la salida. Lo primero que me dijo fue que el viernes nos encontramos en su casa y me mostró muy bien cual era. Ya no me iba a olvidar. Fuimos al ...