Todo va mejor 2 - Relatos Eróticos

Todo va mejor 2

... parque. Cogimos, muy bien, como siempre, dentro de lo precario del lugar, sin olvido de chupadas, mamadas y chupones. Todo hermoso.
El viernes puntualmente estaba en la puerta de la casa. Antes de tocar timbre, se abrió levemente la puerta.
-Shhh, ¡Dale entrá!
Estaba en penumbras pero divisé a las chicas. Ambas en bombacha y corpiño. ¡Dios, qué espectáculo! Nunca había visto algo así, “en vivo”. 
-¡Vení, dale, vamos! 
Me tomaron cada una de una mano y me llevaron al dormitorio de los padres. Previsoras, habían puesto una manta que cubría toda la cama y encima de la manta una sábana. ¡Había que evitar manchas de flujos y semen!
Se pararon ambas sobre la cama y mutuamente se sacaron corpiños y bombachas. Todavía no había llegado la tanga a popularizarse, por lo menos entre las chicas de “su hogar”.
Se reían a carcajadas, tal vez por mi sorpresa o mi cara de bobalicón ante tanta belleza. Estaba sublimado, incapaz de reaccionar.
-¿Y vos no te desnudás?
-Tenemos que hacerlo nosotras. – Tuky tomó la decisión.
Saltaron de la cama y una sacaba el pantalón y la otra mi camisa. A Tuky le costó bajarme el calzoncillo con la pija tan dura. Me dio un besito en el glande, e hizo que mi ropa saliera de mis pies.
-¡Esto si qué será grandioso! 
-¿A quién le doy primero?
-¡A MÍÍÍ!
-Tranqui, tranqui. No se apuren tanto. Hay para las dos. 
-¡Dale, dale, a mí!
-Seamos justos. La primera debe ser Tuky. Ella es la creadora de las “vacaciones en el paraíso”.
-¿Y yo que hago? – Sara ...

... estaba con trompita. 
-Verás, te vas a divertir. – Sarita me brindó una hermosa sonrisa.
Le hablé a Tuky.
-Ponete de espaldas en el borde de la cama. Levantá bien las piernas, contra el pecho. No, no, no te tapés las tetas que las quiero ver.
-¡Jajaja!
-Así, muy bien.
-¿Y yo que hago?
-Vos sentate sobre la cara de Tuky. Poné una rodilla de cada lado y bajás hasta su boca. Tuky te chupara la conchita.
-¡Uy dio! ¡Qué bueno!
Yo estaba seguro que ambas lo habían hecho en más de una oportunidad, aunque no de esta forma. Le complacería a ambas.
Me agaché y le chupé la concha y el culo a Tuky. Estaba muy bien acomodada. Lo había entendido bien. No te creas que yo inventé estas posiciones. Nada de eso. Las vi en una de las revistas porno tan populares por aquella época. Me acordaba muy bien. Se llamaba “TAPANDO AGUJEROS”. Era genial. A las chicas les encantó el jueguito. 
Luego de un primer orgasmo sobre mi boca le metí la pija sin problemas.
Las nenas gritaban y reían. Estaban enloquecidas. 
Sarita gritaba de contenta por cómo le lamía su conchita Tuky y Tuky gritaba de contenta por como la bombeaba yo. Placer para todos.
Mi problema era que no quería acabar ante de cogerme a las dos. Eso era difícil. Tenía que hacer grandes esfuerzos. Cuando la sacaba para apretarme la base del glande Tuky protestaba.
-¿¡Porque la sacás!?
-Para hacerlo mejor.
-¡Dale, así está fantástico!
Luego de cuatro o cinco orgasmos le dije a Tuky que se levantara y le indiqué a Sarita que se ...