Todo va mejor 2 - Relatos Eróticos

Todo va mejor 2

... pusiera ella en su lugar. No tardó un segundo. Tuky fue a su cara y yo hice mi trabajo con su conchita y clítoris. Sara estaba enloquecida. 
-¡Ehhh! ¡Estás súper mojada! ¡Largaste jugo por un mes! – Sarita hablaba del estado de la concha de Tuky.
Me llenó de flujos dos o tres veces, mientras Tuky seguía derramando en su cara gracias a sus lamidas. Cuando se la metí se puso eléctrica. Temblaba toda e iba con un orgasmo tras otro.
-¡Ohohohoh! ¡Esto es genial! ¡Genial, genial!
-Bueno chicas. ¿Están bien? 
-¡SI! ¡Fenómeno! – Eran unánimes. - Nos gusta muchísimo. ¡Sigamos! 
-Ahora voy a descansar.
-¿Qué? ¿Ya acabamos?
-No, no. Yo voy a la cama. - Me tiré boca arriba y le digo a Tuky “sentate”. No lo dudó un segundo. Sabía dónde sentarse. Se la ensartó de un saque y comenzó a cabalgar.
-Sarita, vení a mi cara. Te voy a chupar esa maravillosa conchita que tenés. - Casi corriendo se sentó sobre mí.
No sé cuál de la dos acabó primero. Pero fue un infinito destilado de jugos en mi ingle y en mi cara. 
-Cuando quieras, tesoro, dejale el lugar a Sarita…
-¡Es que me gusta mucho! ¡Te la siento hasta el ...

... fondo!
-No termina aquí “mi amor”. – Quería marcar la diferencia en mi relación con Tuky, nada más que para que “quede constancia”.
-Vení Sarita, montate a Dany. ¡Está bueno! – El “enroque” fue inmediato: Tuky en mi boca y Sarita en mi pija. ¡Todo hermoso! Y no daba más. ¡No aguantaba más!
-¡Salgan pronto! ¡Me viene! – Me acomodé en la cama para levantar la cabeza. Las chicas se tiraron a besar, chupar y lengüetear. Nunca había visto lo lindo que se ve como te la maman. No tardé nada. Saltó el semen y Sarita que tenía la pija en la mano se la metió en la boca.
-¡Pará, pará! ¡Déjame algo.- Tuky protestaba por la velocidad de su amiguita.
-¡Jajaja! - Sarita reía cuando la sacó de su boca y la introduzco en la de Tuky. 
Yo seguía a los chorros, no solo por el aguante. Desde el miércoles no me había hecho ninguna paja para acumular semen para este momento.
	Nunca, ni antes ni después, la pasé tan bien con dos chicas. Y no fue solamente por el sexo. No. Ellas le daban alegría a la vida. Se reían y hacían chistes, gozaban y te mostraban que gozaban. Eran felices y me hacían feliz. ¡Lo más genial del mundo!