Unas vacaciones con mi madre - Relatos Eróticos

Unas vacaciones con mi madre

... se escupió entre las tetas, me miró y comenzó una cubana. En cada subida le pinchaba con el glande en la garganta. Cada poco escupía y ver tanta saliva me calentaba más.

Cuando estaba a punto de correrme, se lo dije y paró. Se levantó un momento, cogió algo del cajón y volvió a su anterior posición. Me enseñó lo que tenía y era un mini vibrador rosa en forma de bala.

-Con esto me masturbaba, mi fiel amigo jajaja.

Me lo dio en la mano, se giró 180 grados y a cuatro patas me pidió:

-Dale al botón de abajo y pónmelo.

-En el coño o en el culo? - le pregunté.

Miró hacia atrás, me sonrió y dijo susurrando:

-Donde quieras hijo mío.

Apreté el botón y empezó a vibrar, me escupí en la mano y le restregué la saliva como si lo estuviera masturbando. Puse la punta en su ano y poco a poco se lo introduje.

Mamá se dio la vuelta y sin darle mucha importancia al aparato empezó otra vez a pajearme. Me puso la mano en el escroto agarró un poco sin hacer daño y lo zarandeó. Se rió un poco y paró, me dio unos pequeños azotitos en los huevos, el pequeño dolor me gustaba y daba morbo.

-Estás bolitas están más grandes que ayer o me lo parece a mí? - decía sonriendo y sacando una pequeña risita morbosa.

Se agachó y se metió los huevos en la boca. Los chupó, lamió y le dio chupetones. Todo eso bajo mi atenta mirada y cada vez que cambiaba algo me miraba para ver mi reacción. De pronto se giró, cogió el vibrador que se le había salido, lo chupó un poco y se lo volvió a ...

... meter.

-Está revoltoso, como le ha salido un competidor - dijo refiriéndose a mí.

Me agarró la polla y la lamió de arriba abajo, hizo círculos con la lengua alrededor del glande mientras me miraba a los ojos. Se sentía estupendo. Le sujeté el pelo porque le molestaba y sacó una goma y se hizo una coleta. Siguió con la mamada otro rato y le tuve que parar no correrme. Le advertí antes y no me hizo caso, así que la aparté. Me recordó a un niño cuando le quitan un juguete pero lo tenía que hacer.

-Tenemos que trabajar ese aguante, no podemos estar parando tanto.

-Lo siento pero poco a poco.

-Esta vez te lo paso, a la siguiente no.

Se irguió, me juntó las piernas y vino gateando hasta mi cabeza.

-Voy a darte tiempo hasta que se te pase.

Pasó una pierna por encima de mi cabeza y me puso el coño en la cara. Se lo comí de nuevo y está vez con un sabor salado muy gustoso. Perdí la noción del tiempo que estuve chupando esos labios maravillosos.

-Se te ha pasado ya? - preguntó mi madre desde arriba mía.

No pude articular palabra y lo único que hice fue un gemido ahogado por ese espectacular momento.

Se deslizó hasta abajo rozándome su mojado coño por todo el cuerpo. Me besó en los labios y se irguió de nuevo.

-Estás preparado para follarte a mami?

Asentí inmediatamente con la cabeza y ella respondió con una sonrisa. Cogió mi polla y se la restregó por el coño mojándomela. Metió la puntita muy poco, se sentía caliente y mojada, se metió el glande ...