CÓMO ME CONVERTÍ EN EL PUTITO DE MIS COMPAÑEROS DEL COLEGIO. - Relatos Eróticos

CÓMO ME CONVERTÍ EN EL PUTITO DE MIS COMPAÑEROS DEL COLEGIO.

... dueleeeee decía yo, pero el me dijo, no es esto lo que quieras pues ya lo tienes y dió otro empujón fuerte que acabo de meter toda su pinga dentro de mi ano, que otra vez di un grito fuerte de dolor aaaaauuu aaauu auuuu dueleeeee sacaloooo Miguel, pero igual no me izo caso y al toque empezó a sacar y meter con fuerza su pinga de mi ano, yo no dejaba de quejarme de dolor y Miguel cada vez gemia más fuerte de placer aaaahh ahhhhh Jorge que rico que se siente que rico que estás, me decía sin dejar de moverse cada vez más rápido, que después de más de cinco minutos sentí como me estaba llenando mi ano por dentro con su leche que le salía bastante, poco a poco se fue dejando de moverse hasta que se quedó quieto sin sacar su pinga de mi ano, yo estaba todo adolorido, no podía decir nada, al poco rato, Miguel empezó a sacar su pinga de mi ano, que cuando salió toda estaba manchada con su leche y un poco de sangre de mi ano, que al ver su pinga como había salido de mi ano, me asusté un poco, pero en el fondo sabía que era así la primera vez que eras penetrado, Miguel se fue a bañar al río y al poco rato yo me levanté y me fui para bañarme también, ahí lo encontré a Miguel no nos dijimos nada acabamos de bañarnos, regresamos dónde lo habíamos echo, igual sin decir nada los dos nos vestimos y empezamos a caminar juntos rumbo a nuestras casas, antes de irnos cada uno por su lado, Miguel me dijo, espero que está no sea la única vez que lo hagamos Jorge, está bien lo vamos a seguir ...

... haciendo pero espero que no se lo digas a nadie del colegio le contesté, por eso no te preocupes que esto queda entre tú y yo me dijo Miguel y nos despedimos, yo llegue a mi casa y me fui directo a mi cuarto me eche en mi cama y me puse a pensar lo que había echo con el chico que más me gustaba del colegio, aunque mi ano me estaba doliendo por lo fuerte que me lo metió Miguel, aún así estaba feliz.
   Desde, ese día, lo empecé hacer con Miguel una o dos veces por semana, en el mismo lugar donde fue la primera vez, recién a la cuarta vez que lo hicimos fue ahí la primera vez que le chupe su pinga, ya cuando teníamos tres meses de estar haciéndolo, yo Miguel me lo hacía en poses y había días que hasta tres polvos se metía.
    Pero, todo cambio más para mí que para Miguel, porque un día que otra vez nos quedamos solos en las duchas después de jugar fútbol, Miguel me dijo que le chupe su pinga ahí en las duchas, como yo era bien sumiso a él, no dude en hacer lo que me dijo, así que me arrodillé delante de él y le empecé a chupar su pinga, estábamos tan consentrados en lo que hacíamos que no sentimos cuando entraron dos compañeros de nuestro salón de clases, ellos eran, Julio y César los dos de 15 años igual que Miguel y yo, que al verme con la pinga de Miguel en la boca chupándola, se quedaron sorprendidos y fue julio que dijo, pero que están haciendo que bien que la estás pasando Miguel y no invitas, yo al oír la voz de Julio, me saque al toque la pinga de Miguel de mi boca y me ...