CÓMO ME CONVERTÍ EN EL PUTITO DE MIS COMPAÑEROS DEL COLEGIO. - Relatos Eróticos

CÓMO ME CONVERTÍ EN EL PUTITO DE MIS COMPAÑEROS DEL COLEGIO.

... rápido que al poco rato yo empecé a gemir de placer y mover mis nalgas, aaahhh siiii que ricoooo sigueee maas maas decía yo, que paso unos cinco minutos más y Miguel se vasio dentro de mi ano, se movió un poco más y me sacó su pinga y se levantó y dijo, ya quién sigue, yo dijo Julio que al toque de un solo empujón me metió toda su pinga y al toque empezó a sacar y meter con fuerza que cuando chocaban nuestros cuerpos sonaban como palmadas, los dos gemiamos de placer de antes de cinco minutos Julio se vasio igual adentro de mi ano, me sacó su pinga, se levantó y al toque César me metió igual toda su pinga de un solo empujón, se empezó a mover rápido que igual antes de cinco minutos ya se estaba vasiando dentro de mi ano, cuando me sacó su pinga, yo me eche boca abajo en el suelo, sintiendo como se me salía de mi ano la leche de mis tres compañeros del colegio.
    Igual, como fue con Miguel, desde ese día, todos los sábados íbamos entre los cuatro al río y los tres me cogian juntos, cada sábado yo regresaba para mi casa, con mi ano lleno de leche y mi boca con el sabor de la leche de mis tres compañeros, estuvimos haciéndolo entre los cuatro por dos meses, en el colegio nos portabamos como los compañeros y amigos de siempre, nadie podía sospechar lo que hacíamos entre los cuatro, pero algo así no se puede guardar en secreto por mucho tiempo, porque es obvio que de todas maneras en algún momento le iban a contar a otro compañero o amigo y fue así, porque Julio un día se lo ...

... contó a su compañero de carpeta el era Mario de 16 años y como él no le creyó a Julio lo que le había dicho, espero el siguiente sábado para irnos a buscar en el río y comprobar que Julio no le había mentido, así que el sábado cuando lo estábamos haciendo entre los cuatro y justo cuando César me tenía con mis piernas en sus hombros con toda su pinga dentro de mi ano, sacando y metiendo rápido y los dos gimiendo de placer, escuché la voz de Mario que dijo, entonces si era verdad lo que me dijiste Julio a Jorge le gusta la pinga, para mí hubiera sido bueno que Mario hubiera llegado solo dónde estábamos, pero no fue así, porque había ido con tres compañeros más del salón de clases, ellos eran, Jairo, Joel y Alberto los tres de 15 años también, en sí los cuatro que habían llegado dónde estábamos eran de piel trigueña y lampiños sus cuerpos más o menos no tan formados como los de nosotros cuatro, en eso fue Miguel el que habló y dijo, Julio porque tuviste que contarle a Mario sobre esto si era nuestro secreto, César sin sacar su pinga de mi ano dijo, así es Julio no tenías porque decir nada sobre esto ahora ya la cagaste, para nada normal por esto así como ustedes están disfrutando del cuerpo de Jorge, entonces igual queremos disfrutar nosotros también, al final todo va a quedar entre nosotros domas dijo Mario, bueno pero eso depende de Jorge porque es el que tiene que decir si acepta hacerlo con ustedes también dijo Miguel, en eso César me miró a mí cara y me dijo, que dices tú ...