CÓMO ME CONVERTÍ EN EL PUTITO DE MIS COMPAÑEROS DEL COLEGIO. - Relatos Eróticos

CÓMO ME CONVERTÍ EN EL PUTITO DE MIS COMPAÑEROS DEL COLEGIO.

... quede sin decir nada arrodillado delante de Miguel, en eso César dijo, ya pues si a Jorge le gusta chupar pinga entonces que también nos la chupe a nosotros, claro pues dijo Julio, yo iba a decir que no, pero Miguel hablo primero que yo y dijo, miren chicos, mejor para que no digan nada de lo que han visto, este sábado nos vamos al río juntos y ahí Jorge les va a chupar sus pingas y si quieren algo más también lo puede hacer, osea que también se lo podemos meter dijo Julio, claro que eso también van a poder hacer si o no Jorge dijo Miguel, bueno con tal que no se lo digan a nadie es verdad lo que está diciendo Miguel contesté, ya pues entonces quedamos para el sábado dijo César que se salió de las duchas junto con Julio, una vez quedamos solos Miguel y yo, él me dijo, creo que no quedaba otra cosa que decirles eso para que no vayan a decir nada a nadie no, si tienes razón en eso no te preocupes que normal me voy a dejar coger por los dos el sábado le contesté, entonces acaba lo que estabas haciendo me dijo Miguel, yo me volví a meter su pinga a mi boca y se la empecé a chupar hasta que se vasio dentro de mi boca y me tomé toda su leche, nos acabamos de bañar y cada quien se fue para su casa.
   César y Julio, eran de piel blanca y lampiños como yo, sus cuerpos bien formados y guapos de cara, llegó el sábado y los cuatro nos fuimos para el río, al mismo lugar donde siempre lo hacíamos con Miguel, yo no quería hacerlo con los tres juntos, les dije que uno por uno me lo iba ...

... hacer y los dos más esperarán más allá, pero Miguel dijo que así no iba hacer, los cuatro juntos lo hibamos hacer, lo que César y Julio estuvieron de acuerdo con lo que dijo Miguel, que me dijo, ya pues Jorge que esperas sácate toda la ropa, yo resignado hice lo que me ordenó Miguel, una vez desnudo delante de ellos, al toque también se sacaron sus ropas hasta quedar desnudos también, nosotros ya sabíamos como eran nuestros cuerpos, ya que desde más chibolos nos veíamos desnudos todas las semanas, lo único que hasta ese día no había visto de mis dos compañeros del colegio era sus pingas bien paradas y cuando las ví me gustaron al igual que la pinga de Miguel, eran de 14 cmts las tres pingas la de Julio era solo un poco más gruesa pero en si casi del mismo tamaño las tres pingas, que sin decir nada me arrodillé delante de ellos y la primera pinga que me metí a mi boca fue la de Miguel, se la chupe por unos minutos, de ahí seguí con la de César y luego con la de Julio, así me fui turnando en chupar un rato a cada uno sus pingas por más de 10 minutos, de ahí Miguel me izo poner en cuatro en el suelo y me empezó a chupar mi ano, ante la sorpresa de César y Julio que dijo que eso también se hace, Miguel dejo de chupar mi ano y le dijo, claro pues ésto es para que le entre fácil la pinga y siguió chupando mi ano por un rato más y luego me empezó a meter su pinga en mi ano ante las miradas de César y Julio, una vez toda la pinga de Miguel dentro mi ano, esté empezó a sacar y meter ...