1. La sonrisa blanca


    Fecha: 02/02/2021, Categorías: Fetichismo Tus Relatos Autor: Belerus, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    - Sí, pegame. ¡Más fuerte te dije! - me gritaba después de verme un poco perdida entre la forma de sus labios.
    
                                                                            ***
    La conocía desde hacía un poco más de un año, que la veía en mi facultad. Pero en ese momento no recuerdo haber tenido siquiera un cruce de miradas o algún deseo fuera de lo normal de verla como una linda chica. Yo estaba de novio y prefería configurar mi deseo y líbido en mi pareja, con quien hacía poco que empezabamos la relación y estabamos muy enamorados. Ni por poco me imaginaría lo que vendría después de hundrime en esos ojos.
    
    
    Pasó el tiempo y empecé a sentir cosas dentro mío. No detestaba la pareja siendo que la pasabamos muy bien, tanto afectiva como sexualmente; pero se me hacía demasiado pulsional el deseo de estar con otra mujer, de mostrarle todo lo que puedo ser y dejarla tan cansada que me pida parar de no aguantar, entre respiraciones compungidas de orgasmos. Con mi pareja solíamos durar un buen rato, probando de todo y disfrutando por horas de comernos nuestros cuerpos, olernos nuestra piel y acariciar nuestro calor. Ella era de acabar y necesitar frenar para recuperarse a lo que seguían unas risas y mimos, aunque yo seguía extremadamente duro; pero se recuperaba rápido y seguíamos.
    
    
    Llegó el invierno. El frío. Los cuerpos buscan y necesitan acercarse con otros. Abrazarse de calor, besos y miradas. Una noche, mientras cursaba en el instituto, tenía muchísima sed ...
    ... y fuí en busca de agua. Creo que fue una de las mejores decisiones de mi vida levantarme en ese momento. Al atravesar el pasillo formado por los bancos y la pared donde se encuentra el pizarrón, la ví... y la ví como nunca antes; mucho más que en esos momentos en que sólo me parecía una chica linda. Sus ojos se me hundieron, me forzaron a congelarme por unos segundos y apreciar tal belleza, tal ternura. Eran tan claros que era dificil verlos sin pestañear, pero no quería, ni uno de los segundos de ese trayecto, dejar de apreciar semejante piba. En los tres o cuatro segundos que tardé en cruzar, no bajé la vista en ningún momento desde que la ví. Ella tampoco dejó de verme, ni cuando dejó caer una sonrisa perfecta, combinada sin fallas con esos dos zafíros celestes que tenía más arriba. Nunca ví tal ternura en un rostro tan hermoso. Sin respaldo más que esa sonrisa, destelleante, blanca, fugaz, saqué una media sonrisa de victoria y me encaminé hacia lo que iba a hacer. Una vez afuera, ya que después de semejante experiencia necesitaba salir a fumar un cigarrillo en el patio, siento que la puerta se abre atrás de mí y sin mirar, presiento que alguien se me acerca. Cuando me doy vuelta, la veo... Ella, que ahora vamos a llamar como Paola. 
    - Ehy ¿Qué hacés?- le dije más asustado que prevenido.
    Me sonrió y con cara de jubilo me dice: - ¿Me das fuego?- 
    Cuando saqué mi encendedor ella se puso el cigarrillo en la boca y se acercó para que se lo encienda, a lo que accedí mientras ...
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